Fue el 4 de febrero de 2022 cuando la OTA entró en vigor en Arrasate tras dos meses de prueba (sin multas) para familiarizarse con el sistema. Un año después la valoración de “esta apuesta realmente valiente es muy positiva”, destacó ayer la alcaldesa, María Ubarretxena, sobre los resultados que arroja la puesta en marcha del servicio que ha supuesto “un gran cambio en nuestro día a día”. “Antes se movían muchos vehículos por el centro en busca de aparcamiento. El objetivo ha sido ordenar el tráfico rodado y facilitar el estacionamiento; que nuestro pueblo sea más cómodo para sus vecinos, los peatones, las bicicletas y la gente que viene de otras localidades, y, en este sentido, se ha mejorado notablemente el modelo de movilidad”, manifestó la primera edil.

En un ejercicio de “transparencia”, Ubarretxena desgranó los datos del funcionamiento de la OTA, que en sus comienzos despertó un fuerte rechazo liderado desde la plataforma ciudadana Eragin Arrasate. La alcaldesa cerrajera se refirió, de este modo, a los “casi 93.000 euros de déficit” que presenta el servicio en este primer año de recorrido y que, según insistió, “demuestran que la finalidad de la OTA no era ni es recaudatoria, sino recuperar el núcleo urbano para la ciudadanía”.

Así, tal y como detalló la regidora arrasatearra el desembolso que asume el Ayuntamiento por el contrato a la empresa Gertek de la gestión del aparcamiento regulado asciende a 476.504 euros, mientras que los ingresos suman 383.581 euros: 341.475 en concepto de recaudación en los parquímetros y las tarjetas de residentes, y los 42.105 euros restantes en multas por infracciones. Además, de las 3.407 tarjetas de residentes tramitadas, 3.317 pertenecen a particulares y 90 a los gremios.

“No puede haber superávit”

Aunque será en 2024 cuando se podrá hacer una comparativa de un año completo (teniendo en cuenta que 2022 arrancó con un periodo de prueba), el edil jeltzale Ander Garay reiteró el resultado “positivo de la OTA tanto en su uso como desde el punto de vista económico, ya que se han cumplido las previsiones”. En alusión a las voces que tildan de “afán recaudatorio” la implantación del sistema, Garay sostuvo que “nunca podrá haber superávit, porque por ley el máximo que puede fijarse en las tasas municipales (en este caso las que marcan las tarifas de la OTA) es hasta cubrir el coste del servicio”. “La intención es ir bajando poco a poco el déficit registrado y que el servicio que se ofrece sea el mejor posible”, añadió el concejal de Hacienda.

A este respecto, Ubarretxena recordó que en la medida que el sistema del estacionamiento regulado es “una herramienta viva” se irá adaptando “a las necesidades de la ciudadanía”, al igual que se ha hecho con los cambios que se introdujeron el pasado septiembre