10,5 metros. Es la distancia del huevo que ha resultado ganador en el concurso de lanzamiento de huevo de Mondragon Unibertsitatea, una celebración que cada año tiene lugar en la Escuela Politécnica Superior de Arrasate y que se enmarca en las fiestas de san Pancracio.

Este concurso, que celebra su 23 edición tras dos años de parón obligado por la pandemia, cuenta con gran arraigo en la escuela politécnica y en esta ocasión han sido 66 los estudiantes que han participado.

El funcionamiento es sencillo y consiste en diseñar un artilugio que proteja el huevo, de forma que, al ser lanzado desde una altura de 15 metros (concretamente desde una ventana del tercer piso del edificio de la Biblioteca), llegue lo más lejos posible sin que se rompa. El huevo, que debe ser de gallina y de tamaño medio, no puede estar ni cocido ni empapado en vinagre, y deberá quedar a la vista en el artilugio en el que se lanzará, que solo podrá construirse con 200 gramos de cartulina, cuerda y cola de contacto.

Los participantes compiten para lograr uno de los tres galardones: el de la mayor distancia conseguida, el del artilugio estéticamente más atractivo y, finalmente, el que consiga el vuelo más vistoso.

En esta ocasión, el grupo Arroz a la cubana, compuesto por Yoselin Natalia Ganchozo, Nahia Pérez y Eneko Barcina, alumnos de 1º del Grado de ingeniería en Diseño Industrial han logrado el vuelo más largo, alcanzando los 10,5 metros de distancia. En la categoría de vuelo más bonito han destacado Jon Castillo, Olaian Sanzberro, Nagore Arrazola y Nahia Astorkia, miembros de Lola Taldea y también alumnos de primer curso. Finalmente, el mejor diseño ha recaído sobre el Grupo Gorrintxu, compuesto por Idoia Baztarrika, Eider Etxegarai y Nerea Manso.