Imanol Galdos: "Hay pocos instrumentos tan poderosos como el deporte para situar a un país en el mundo"
Organizado porDonostia Kulturaen colaboración con el Gobierno Vasco y la Diputación, se celebra este jueves un webinar sobre diplomacia del deporte, un concepto novedoso que describe la capacidad del deporte para proyectar la marca de un país o de un territorio. El deporte entendido como poder blando. Expertos tanto internacionales como vascos (Roberto Olabe, Clara Azurmendi, Edurne Pasaban o Juan Ignacio Zulaika) van a reflexionar sobre ello en un curso abierto de dos horas (en inglés) bajo la coordinación de Imanol Galdos y que aspira a ser el punto de partida para una estrategia vasca en diplomacia del deporte. Los interesados pueden inscribirse en la web de Donostia.eus.
¿Qué es la diplomacia del deporte?
-Aunque en la práctica el deporte, históricamente, ha jugado un papel crucial en la diplomacia, en la marca internacional de los países, ciudades y regiones así como en la paradiplomacia y como elemento de la identidad de los pueblos, el concepto de la diplomacia del deporte es un concepto relativamente nuevo. Un nuevo término para referirse a una práctica antigua. Un campo que da cabida a una multiplicidad de actores, superando la exclusividad que antaño ejercieron los estados.
Es decir, ¿la venta de la marca-país a través de la reputación deportiva?
-Stuart Murray, escocés que trabaja en la Universidad de Bond (Australia) y que inaugurará el evento, es el creador del concepto y lo define como el uso estratégico de los deportes por parte de actores estatales, no estatales y deportistas para establecer relaciones, amplificar mensajes, promover objetivos políticos, empresariales o personales, y concienciar sobre las antiguas y nuevas amenazas a la seguridad. En la vasta literatura que se ha producido en relación con la diplomacia del deporte, emerge una reseñable unanimidad en situarla como uno de los elementos configuradores de la diplomacia pública y en relacionarla como un instrumento del poder blando.
¿Es un concepto solo económico? -Es un concepto que, sin desdeñarlo, se aleja de los parámetros exclusivamente económicos. Es un poderoso instrumento de cara al posicionamiento internacional. Existen pocos instrumentos tan poderosos como el deporte para situar un país, un estado, una región o una ciudad en la agenda internacional. Países poderosos como Estados Unidos o China llevan décadas dedicando grandes recursos a la diplomacia del deporte para persuadir al mundo sobre su forma de vida o sus valores.
¿Tiene Euskadi algún tipo de estrategia en este ámbito?
-La primera reflexión que conviene señalar es que aunque exista una coincidencia en los objetivos que los estados persiguen, las realidades subestatales operan con estrategias e instrumentos diferentes, y en algunos casos únicos. En muchos casos, y Euskadi es un ejemplo de ello, en la práctica existe una diplomacia del deporte pero sin que todavía se le haya dotado de un cariz normativo en forma de estrategia. Cabe recordar que nos encontramos ante un campo novedoso y en este contexto hay que señalar que hasta fechas recientes se carecía de planes o documentos explícitos que recogiesen los objetivos, recursos y agendas que los gobiernos pretenden desarrollar en el campo de la diplomacia del deporte. El gobierno de Gales por ejemplo, en octubre de 2020 se dotó de su primer plan estratégico y ello denota un fenómeno muy contemporáneo.
El deporte es consustancial a Euskadi. Partimos de una base importante.
-La diplomacia del deporte vasca cuenta con un aliado del que carecen otras realidades, sean estatales o de otra índole: una narrativa muy sugerente, dotada de elementos diferenciadores. Es, por otra parte, una excelente herramienta para situar al deporte en una perspectiva nacional, superadora de las divisiones administrativas. Creo que Euskadi en sí es un modelo único que suscita el interés de muchos. Cuenta con elementos diferenciadores que no se dan en otras realidades. Unos números en cuanto a la práctica deportiva difícilmente igualables, con estructura organizativa y reputación internacional sobradamente contrastada como organizadora de grandes eventos deportivos.
¿Cuáles son los principales activos que tiene Euskadi para articular una estrategia de diplomacia del deporte?
-Cuenta con una mística, autenticidad, cercana a la leyenda que atrae el interés y la observación de muchos. La idiosincrasia de los deportes autóctonos (con vigencia en parte de la diáspora vasca, especialmente en los Estados Unidos) es un elemento que debe ser analizado con más profundidad. En este mismo contexto cabe señalar la singularidad del Jai-Alai como un potente instrumento en la marca vasca que abrió Euskadi al mundo.
A Euskadi, ¿qué tipo de beneficios le puede reportar una estrategia diplomática basada en el deporte?
-Todo son beneficios. Hay mucho que explorar en este incipiente campo. Y tenemos muchas cartas que jugar. No cabe duda que la oficialidad de la selecciones vascas encuentra muros infranqueables. Pero, de alguna manera, a partir de las oportunidades que ofrece la diplomacia del deporte se debe avanzar en el camino de encontrar alianzas que empujen a superar bloqueos, rechazos y boicots. Cuando se cierran puertas debemos procurar abrir otras nuevas para evitar frustraciones eternas.
¿No cree que la imagen de marca de Euskadi en el ámbito deportivo es conocida a nivel internacional?
-Sin duda, la marca es un hecho incuestionable. Pero debemos consolidarla y extenderla. Cuando se viaja, y es preciso tenerlo muy en cuenta, uno percibe todavía que hay mucho recorrido en darnos a conocer y ser conocidos. Y existe otro elemento que debe ser remarcado. El deporte vasco exporta valores y símbolos que fortalecen la imagen amable de nuestro país. En eso consiste el poder blando, lo que vienen haciendo desde décadas países como Estados Unidos, Corea del Sur o Japón. Es una de nuestras mejores tarjetas de presentación
¿A quién va dirigido el curso y cómo se puede asistir a él?
-Es un webinar de dos horas de duración que hay que entender como un primer paso de futuros proyectos. La asistencia es libre y solamente se debe realizar la inscripción, incluso momentos antes de que empiece el evento. No es un evento académico, aunque cuente con la participación de agentes provenientes de ese campo. Se ha planteado desde una mirada amplia. Abierto a todo aquel que sienta curiosidad por el deporte y la diplomacia del deporte. Personas que trabajan en federaciones y clubs deportivos, en la administración pública, periodistas, deportistas o aficionadas al deporte. Cabe destacar el gran número de inscripciones que se han realizado de todos los rincones del mundo, prueba del gran interés que suscita el deporte vasco. Es un gran escaparate y una excelente plataforma para darnos a conocer.