- Seis décadas después de que se planteara por primera vez la necesidad de trasladar el viejo cementerio de Amillaga para posibilitar el desarrollo urbanístico de la localidad, el Ayuntamiento de Deba procedió ayer a la inauguración y puesta en marcha del nuevo cementerio de Artzabal; un moderno equipamiento que promovió el anterior equipo de gobierno (Debarren Ahotsa y PNV) en el tramo final de la pasada legislatura y que ha supuesto una inversión de 1.972.985 euros.

La inauguración de las nuevas instalaciones se llevó a cabo con un acto sencillo y que contó con la participación de operarios municipales y de representantes de las tres formaciones políticas representadas en la corporación local (EH Bildu, Debarren Ahotsa y PNV).

El alcalde, Gilen García, fue el único que tomó la palabra. Y lo hizo para explicar que “la pasada legislatura sirvió para poner en marcha este importante proyecto para Deba y la presente para superar, entre todos, los obstáculos e inconvenientes” que han demorado más de lo previsto la puesta en marcha del nuevo equipamiento.

En cualquier caso, el primer edil quiso dar las gracias a los diferentes grupos municipales y a todas las personas que de una u otra manera han trabajado “para encauzar la situación y superar los procedimientos técnicos y jurídicos”; una labor que ha permitido “que a día de hoy no haya ningún inconveniente que impida la puesta en funcionamiento del nuevo cementerio”.

El camposanto habilitado en el ámbito de Artzabal cuenta con 54 nichos individuales colocados en la pared, 30 nichos subterráneos, 972 espacios para urnas de cenizas, un parque de cenizas y un osario. Además, el nuevo cementerio de Deba tiene una sala y unos velatorios que permitirán despedirse personas de cualquier origen, ideología o pensamiento.

Con las nuevas instalaciones ya en marcha, el Consistorio centrará ahora sus esfuerzos en realizar de la forma adecuada el traslado del viejo cementerio; una tarea en la que ya trabaja de la mano de las familias de las personas allí enterradas.