El grupo inmobiliario propietario de la villa que resultó calcinada el martes en la Calzada de Egia de Donostia procederá al derribo del inmueble, una operación que ya estaba prevista antes del incendio y cuya tramitación se verá ahora acelerada por una cuestión de seguridad.
Según indicaron fuentes del Ayuntamiento de Donostia, los titulares de la villa cuentan con el permiso para la construcción de viviendas. El derribo del inmueble será inminente, aunque para ello es preciso sofocar los rescoldos que todavía humeaban ayer un día después del siniestro, cuyas causas se siguen investigando.
Hoy está previsto que pase a disposición judicial el presunto autor del incendio, que fue detenido el martes, poco después de que se produjera el fuego, en las inmediaciones de la estación de autobuses y sobre el que pesa una acusación de delito por daños. El arrestado, que prestó declaración ante la policía, continuaba ayer en dependencias de la Guardia Municipal.
Según indicaron fuentes de la investigación, las llamas se declararon en la primera planta, aunque se desconoce qué pudo originarlas. Una labor que puede resultar compleja, en la medida en que se ha reducido a escombros la zona en la que se produjo el siniestro.
Entretanto, los bomberos de Donostia volvieron a actuar ayer sobre el terreno para evitar que el fuego se reavivara en esta villa que estaba abandonada y era frecuentada por okupas. Los efectivos desplazados se vieron obligados a actuar desde el exterior del inmueble. Acceder a él resultaba imposible ya que el derrumbe de las plantas provocó los rescoldos que trataban de sofocar.
Fue necesario mantener la calle cortada entre Jai Alai y el número 52 de la Calzada de Egia, lo que alteró los desplazamientos habituales de vecinos de las casas situadas en la parte de arriba, o de quienes accedían a la zona que hay junto a Zuhaizti, obligados a hacerlo desde el polideportivo, para lo cual se han instalado semáforos que regulan el paso alternativo de los vecinos.