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EDIFICIOS

Áncora critica la autorización de derribo de Aldamar 1

La asociación de defensa del patrimonio asegura que ha sido firmada la licencia para demoler el inmueble del siglo XIX, que carece de protección del Peppuc a pesar de las alegaciones que se presentaron para incluirlo

Áncora critica la autorización de derribo de Aldamar 1N.G.

La Asociación de Defensa del Patrimonio Áncora ha criticado este lunes la firma el pasado miécoles de la licencia de derribo del edificio de Aldamar 1, una histórica construcción del siglo XIX para la que hay desde hace tiempo un proyecto de construcción de un nuevo inmueble de viviendas.

En las últimas semanas se han recogido firmas en la plataforma Change.org en contra de la desaparición del edificio, levantado con piedra arenisca de canteras locales hacia 1889 y cuyo autor fue el maestro de obras guipuzcoano Domingo Eceiza.

El edificio en cuestión acogió durante décadas el popular bar Rekalde, que cerró sus puertas en 2019 a causa de la operación en ciernes, así como la joyería artesana Tiriki Tauki, además de pisos.

Sin embargo, la construcción no cuenta con ningún grado de protección dentro del Plan Especial del Patrimonio Urbanístico Construido, (Peppuc), como tampoco lo tiene el inmueble contiguo de Aldamar 3, a pesar de que las asociaciones de defensa del patrimonio presentaron alegaciones para que fuera protegido, aunque sin éxito. Por el contrario, varios edificios de esta misma calle sí tienen distintos grados de conservación obligatoria. Sin ir más lejos, el situado en frente, donde se están ejecutando también pisos, aunque la fachada ha tenido que ser conservada por la obligación del Peppuc.

Áncora manifestó este lunes que la promotora de viviendas Lanin tiene el proyecto de sustituir el edificio por “otro nuevo de hormigón armado con varias plantas de aparcamiento subterráneo y más altura que el actual”. La operación es posible porque el inmueble no está catalogado, pese a las alegaciones que presentaron las asociaciones defensoras del patrimonio en la reciente revisión del Peppuc.

La asociación Áncora informó de que se ha puesto en contacto con la promotora para interesarse por la situación y, según les han comunicado, “la conservación de las fachadas de piedra es técnicamente posible, pero supondría una merma de aprovechamiento edificatorio de unos 50 m2, que los propietarios no están dispuestos a asumir”, dice la asociación de defensa del patrimonio. “La razón de su desaparición se basa por tanto en motivos estrictamente pecuniarios”, dice Áncora, que añade que, según les han señalado, ”únicamente se mantendrán los arcos de planta baja, para dar cierta ilusión de similitud o continuidad”.