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SAN SEBASTIAN EGUNA 2021

Azpeitia | Desde los balcones, pero tamborrada

Azpeitia | Desde los balcones, pero tamborrada

ada la pandemia provocada por el COVID-19, en Azpeitia hacía mucho tiempo que la ciudadanía era plenamente consciente de que las fiestas de San Sebastián de este año no iban a ser, ni de lejos, similares a las que se celebran en una situación de normalidad. Aun así, durante las reuniones mantenidas a finales del pasado año con los responsables municipales, los representantes de los colectivos azpeitiarras que de una u otra forma participan anualmente en esta fiesta ya dejaron clara su voluntad de hacer algo para celebrar, aunque fuera de manera simbólica, la que es, sin lugar a dudas, la fiesta más participativa de todas las que se celebran en la villa del Urola.

Tras analizar diferentes opciones, finalmente las compañías de las tamborradas y el Ayuntamiento acordaron celebrar una tamborrada simbólica desde las ventanas y los balcones de las casas; un evento al que invitaron a participar a todas las personas de la localidad, incluidos los menores de edad.

Y eso mismo es lo que hicieron durante la noche de ayer. Inmersos en el calor del hogar, los azpeitiarras se fueron ambientando con una buena cena y con un programa especial sobre la tamborrada que se pudo seguir en directo a través de Erlo Telebista y las páginas web del Consistorio y Uztarria.

Hasta las 23.45 horas, cuando salieron a los balcones para interpretar con sus tambores, barriles y chapas las piezas típicas de la tamborrada, cuya música se pudo escuchar a través del sistema de megafonía y los altavoces que el Ayuntamiento había instalado las jornadas precedentes a lo largo y ancho de todo el término municipal.

Ataviados con sus mejores galas, los azpeitiarras disfrutaron durante algo más de 20 minutos con su particular tamborrada de los balcones, especialmente cuando el reloj marcó la medianoche; momento de tocar la Marcha de San Sebastián.

Eso sí, la falta de los habituales ensayos previos se dejó notar en la calidad musical. Pero ayer eso era lo de menos; lo que importaba era que la ciudadanía pudiera asistir a la cita anual con su querida tamborrada. Y pudo. Aunque tuviera que ser desde los balcones y con música enlatada.

Sea como fuere, las ganas de celebrar la víspera de San Sebastián quedaron de manifiesto entre los azpeitiarras, que cruzaron lo dedos para que las fiestas del próximo año recuperen su tónica habitual.