- La mercería Julita es una de las tiendas más antiguas de Zumarraga. La abrió Julita Telleria, en 1943. Desde 2005 la regenta una nieta de su hermano Manolo: Nerea Mendizabal. Acaba de remodelar el local y lo abrirá el sábado. En estos tiempos tan duros para el pequeño comercio, es una alegría dar con una tienda que lleva abierta casi 80 años, sigue en manos de la familia fundadora y marcha tan bien que la han renovado en plena pandemia.

Julita fue una mujer independiente y moderna. Su madre murió cuando ella era joven y tuvo que hacerse cargo de los cuatro hombres de casa. Cuando se casaron sus hermanos, pensó que había llegado la hora de trabajar para ella misma y abrió la mercería.

A los 65 años pensó que ya había trabajado suficiente y decidió alquilar la tienda y dedicarse a viajar. "Desde siempre, mi ilusión había sido viajar. Pero primero tuve que cuidar de los de casa y después trabajar en la tienda. Hasta que me jubilé no pasé de Alsasua, pero después estuve en Roma, Venecia, Moscú...", recordaba en una entrevista que ofreció a la revista local Otamotz en 2003, con motivo de su 100º cumpleaños.

Cuando se jubiló, además de viajar, fundó la asociación de donantes de sangre de Zumarraga. Fue la presidenta de la asociación hasta los 90 años.

En cuanto a la mercería, desde que se jubiló hasta 2005 estuvo alquilada. Ese año el negocio volvió a manos de la familia. Las riendas las cogieron dos nietas de su hermano Manolo: Nerea y Ane. Esta última recuerda bien a Julita. "Era muy moderna. En el escaparate solía exponer también los artículos de lencería, cosa que en aquellos tiempos no era habitual. Cuando decidió dejar la tienda, se la alquiló a las tías de Arantxa Pozueta. Después, la cogio Arantxa, hasta que llegamos nosotras. Le estamos muy agradecidas: fue muy generosa con nosotras y nos enseñó mucho. Mi hermana y yo no conocíamos este negocio cuando decidimos coger la tienda. Fue el aita el que nos animó. La ama había trabajado con Julita y se alegró mucho cuando dimos el paso".

A los pocos años de que las dos hermanas cogieran el negocio, Ane decidió tomar otro camino. Desde entonces, es Nerea la que lleva las riendas de la tienda. "Estos 15 años se me han pasado volando. Cada vez me gusta más este trabajo. Me pareció que el local se podía aprovechar mejor y he decidido renovarlo. Ha llegado la hora de empezar una nueva etapa. Hemos respetado la fachada, pero el interior es nuevo. Ahora es más cómodo para las clientes y para nosotras. Todo está a la vista y a mano. Hemos apostado por la mercería, manteniendo la sección de lencería. Quedan pocas mercerías. La mercería da mucho trabajo, pero es un trabajo bonito, pues ayudamos a arreglar prendas. Julita es también un lugar de encuentro: tenemos un txoko para coser y hacer punto. Y una amplia oferta de lanas. Todo esto no sería posible sin las clientas y mi equipo de trabajo. Quiero darles las gracias".

Mientras han durado las obras, han atendido en un local de la calle Legazpi. Mañana jueves los dos locales estarán cerrados, el viernes liquidarán los productos del local de la calle Legazpi y el sábado los zumarragarras y urretxuarras podrán ver por fin cómo ha quedado la tienda que Julita Telleria abrió en 1943.

La decoración y los artículos son del siglo XXI, pero la atención seguirá siendo la de siempre: cercana, agradable y profesional. ¡Con mujeres como Julita y Nerea, Amazon lo tiene crudo!

Nerea Mendizabal

ha decidido apostar

por la mercería,

pero manteniendo

la sección de lencería