- El Ayuntamiento de Donostia investigará la posible presencia de amianto en dos parcelas del barrio de Altza cercanas al polideportivo en construcción, un solar donde se encontró este material, lo que congeló el inicio de las obras actualmente en curso. Una de las parcelas se encuentra entre el camino de Sasuategi y el de Molinao. La otra es un conjunto de huertas particulares de la zona de Larres, donde se halló amianto procedente de los tejados de las cubiertas de las parcelas hortícolas. La zona se conoce como Item 4 dentro del mapa de presencia de amianto del entorno.

Para conocer la situación real de estos espacios, la Junta de Gobierno dio ayer su aprobación a las bases de un concurso para contratar los servicios de una empresa especializada, que verifique si hay de fibrocemento en la tierra y, también, en caso de hallarlo, que estudie si este material contaminante se encuentra también en el aire del entorno.

El concejal de Medio Ambiente, Enrique Ramos (PSE), explicó a este periódico que la empresa que gane el concurso, con un precio inicial de 25.000 euros (IVA incluido), deberá proponer soluciones para anular el material contaminante en caso de hallarlo ya que es peligroso para la salud si entra en contacto con el aire.

"El Ayuntamiento encarga el estudio de las dos zonas, un trabajo que propondrá distintas soluciones para eliminar el riesgo de amianto en caso de encontrarlo, como puede ser tapar la zona, encapsularla, retirar la tierra, etc...", señaló Ramos. Finalmente, sería el Gobierno Vasco quien dictaminara cuál de las soluciones propuestas es la mejor para cada zona y el Consistorio debería ejecutarla. La empresa encargada de realizar el estudio tendrá un plazo de seis meses para llevarlo a cabo.

En los últimos tiempos, el Ayuntamiento de Donostia ha tenido que invertir más de tres millones de euros para abordar el problema de la aparición del amianto en el solar que acogió el viejo polideportivo y todo el entorno. La presencia de este material obligó a replantear la obra, dividirla por lotes y tratar las zonas en las que se había detectado el material, que sumaban 3,7 hectáreas cerca del polideportivo y de los colegios Harri Berri y Oleta.

Las tierras afectadas por este material fueron cubiertas con unas lonas plásticas, así como con hormigón en algunos puntos, con mayor o menor grosor según las zonas, y finalmente tierra vegetal para plantar césped.

El sellado de toda la zona comenzó hace dos años y tardó varios meses en finalizar con el objetivo de crear una nueva zona transitable y ajardinada. El nuevo parque, con fuertes cuestas, tiene una zona de mirador, y un sendero principal para recorrer la vaguada de un extremo al otro.

Tras la aparición de amianto en la vaguada de Larres el Ayuntamiento llevó a cabo distintos análisis y encontró también este material en un recinto de huertas ciudadanas situado junto al camino de Marrus, también en Altza. El conjunto tuvo que ser cerrado de modo indefinido.