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Las mascarillas, el complemento de moda

Las mascarillas, el complemento de moda

iene para quedarse, por lo menos, durante unos meses. La crisis sanitaria del coronavirus va a hacer que las mascarillas se conviertan en una prenda indispensable de nuestro outfit, como le llaman las influencers, es decir, en parte de nuestro atuendo. Son muchos y muchas, modistas, creadores y aficionados a la aguja, que en Tolosa se han puesto manos a la obra para reconvertir piezas de tela en mascarillas de estampado variado y embellecer una prenda que tiene todos los visos de convertirse en el complemento de moda. Hablamos con algunas de ellas.

Maritxu Txapartegi pasó de dar puntadas a las txilabas y disfraces de Carnaval a recopilar retales para fabricar mascarillas. “Tuve un buen Inauteriak, que es temporada alta para nosotras, y de pronto nos vino todo esto. Como no puedo dejar de coser, es lo que más me gusta en el mundo, empecé enseguida a coser mascarillas”, explica la modista tolosarra, que desde el minuto uno de la pandemia se las ofreció a los comerciantes de la parte vieja que tenían que seguir trabajando.

Ella sigue cosiendo en su tienda, con la persiana bajada, confeccionando mascarillas para cuando pueda abrir. “Quiero estar preparada porque veo que vamos a tener que ir con mascarillas durante mucho tiempo. Tengo telas de los trajes de baserritarra y estoy haciendo para adultos y para niños, aunque me está costando conseguir goma. Quien quiera alguna, puede contactar conmigo”, explica Maritxu Txapartegi.

Lidia Hernández, de la tienda ZUZEU de la calle Mayor, está desbordada con los pedidos de mascarillas o, mascalidias, como ella prefiere llamarlas, que ha recibido esta semana a través de las redes sociales. Las confecciona una artesana tolosarra, son de algodón y en su interior se puede insertar un filtro. Lidia se encarga de comercializarlas. “En la tienda vendo turbantes que hace ella y he visto que las mascalidias son un artículo que encaja con la filosofía de la tienda, porque es un producto cero residuos”, sostiene la comerciante.

Lidia no tiene duda alguna, las mascarillas vienen para quedarse y es una prenda que se presta a la customización. “Debemos buscar la belleza en todo esto. Hay que adaptarse y hacer que sean bonitas. Incluso, tengo una idea romántica y creo que cuando pase la crisis podremos guardar las mascalidias como recuerdo de la pandemia que nos tocó vivir”, reconoce la joven, que trabaja ahora únicamente a través de las redes sociales y por encargo, mostrando un catálogo de telas, aunque se prepara para abrir una nueva etapa en su tienda ZUZEU como “local libre de virus”.

Un grupo de trabajadoras, enfermeras, auxiliares y administrativas de Asunción Klinika también está elaborando sus propias batas y mascarillas, y un sinfín de tolosarras que quieren dar lo mejor de sí. Y para quien quiera hacerse su propia mascarilla, la mercería Karmele propone en sus redes sociales un sencillo tutorial. Que nadie se quede pasado de moda.