- El programa Lagunkate, que puso en marcha el Ayuntamiento de Donostia a principios del confinamiento, para conocer la situación y necesidades de los mayores de 65 años, ha iniciado una nueva fase de llamadas telefónicas, en las que ha comenzado a detectar sentimientos de tristeza, angustia e incertidumbre. Así lo explicó ayer el Ayuntamiento de Donostia en una nota informativa, en la que añadió que, tras mes y medio de encierro, en muchas personas "se está detectando que aflora un cierto desgaste y mucha emoción porque, aun en el caso de no necesitar apoyos, el aislamiento y la distancia física está generando sentimientos de tristeza y también en muchos casos de angustia e incertidumbre por saber si van a ser capaces de volver a sus rutinas anteriores".
Los encargados de llevar a cabo las llamadas telefónicas que, en una primera fase, se dirigieron a todos los hogares de mayores de 65 años que viven solos, o en compañía de otros de la misma edad, también han percibido que, en determinadas ocasiones, "la angustia está relacionada con situaciones de enfermedad y discapacidad, que se agravan en esta situación de confinamiento".
Esta segunda ronda de llamadas a los domicilios solo se centra en las cerca de 2.000 personas que, en la primera fase de llamadas (que lograron contactar con 23.655 mayores), accedieron a ser telefoneadas una segunda vez por parte del Ayuntamiento para que la institución comprobase de nuevo su situación. Asimismo, los servicios sociales del Ayuntamiento se pusieron en contacto con las más de 2.000 personas con las que ya se relacionan de modo habitual, así como con los 450 ciudadanos que han dejado de ser usuarios del Servicio de Atención Domiciliaria en estos momentos, por distintos motivos.
La responsable del programa Lagunkate, Eva Salaberria, explicó a este periódico que en esta segunda fase de llamadas a los domicilios el Ayuntamiento quieren hacer especial hincapié en las personas mayores de 80 años que viven solas. Por eso, pidió públicamente que quienes no hayan recibido una llamada telefónica del Consistorio en estos días avisen a 010 con el fin de que la institución se ponga en contacto con ellos. "A pesar de haber repetido llamadas en distintos días y horarios, no se ha conseguido que descuelguen el teléfono en 4.205 hogares. En estos días se realizará un nuevo intento de contacto priorizando los hogares con personas de más de 80 años", explicó. Además, el programa Lagunkate no ha podido contactar con 2.810 hogares, porque no consta ningún teléfono en las bases de datos municipales, por lo que la institución busca también la manera hablar con sus ocupantes, especialmente también con los mayores 80 años
Por otra parte, y tras analizar los resultados de la primera ronda de llamadas, el Ayuntamiento ha detectado que el 91% de las personas consultadas no necesitaban ningún apoyo especial en esta situación de crisis, ya que disponen de familia, amigos o vecinos que les ayudan en sus necesidades. El 9% restante sí manifestó en las conversaciones telefónicas que les vendría bien algún tipo de ayuda, tanto para distintas compras, como para ocupar el tiempo y luchar contra los sentimientos de soledad, tristeza o angustia. Dentro de este grupo de personas, casi la mitad (49%) pidió ayuda para las compras de alimentos o medicamentos o para sacar la basura, por lo que el Consistorio les informó de las redes de voluntarios existentes en cada barrio así como de la labor de asociaciones como la Dya o Guztion Artean.
Un 20% de quienes sí pidieron ayuda se manifestaron preocupados en cómo ocupar el tiempo libre y en actividades de ocio. Un 18%, por su parte, se vieron necesitados de acompañamiento emocional, para lo que el Consistorio les ofreció la intervención del Teléfono de la Esperanza, el Hilo de Plata o el apoyo psicológico del Colegio Oficial de la Psicología de Gipuzkoa.
Además, un 13% fueron derivados a los servicios sociales ya que los trabajadores municipales que hablaron con ellos detectaron que necesitaban una atención integral más completa por contar con distintas problemáticas de las que se ocupan precisamente esos servicios.
La tarea de entrar en contacto con todos los vecinos de Donostia que pueden estar pasando por momentos de especial vulnerabilidad ha contado también con la ayuda de los Hogares del Jubilado. En concreto, las juntas directivas de las distintas asociaciones han llamado a unos 3.000 inscritos para cerciorarse de que se encuentran bien atendidos en estos momentos.
El Ayuntamiento señaló que "más allá de los datos cuantitativos, el equipo de personas que están realizando las llamadas han detectado el impacto positivo que ha tenido la llamada tanto en las personas a las que se ha dirigido como en sus entornos cercanos, ya que les ofrece seguridad saber que si surge la necesidad de apoyo y cuidado pueden llamar al Ayuntamiento". Esta tarea, en la que toman parte profesionales de distintos departamentos del Consistorio, se ha sumado "a la de miles de personas que están trabajando y organizándose para ofrecer recursos de ayuda", dijo el Consistorio, que mostró su agradecimiento a todas ellas.
Mayores de 65. En Donostia, hay casi 30.000 mayores de 65 años que viven solos o en compañía de otros de la misma edad.
Mayores de 80. De todos los donostiarras en edad de jubilación que viven sin compañía de personas más jóvenes, un 30% son mayores de 80 años, por lo que la cifra de octogenarios que viven solos ronda los 8.000.
La directora del programa Lagunkate, Eva Salaberria, pide que los donostiarras mayores de 65 años que vivan solos y no han recibido la llamada del Ayuntamiento telefoneen al 010 para poder ser ayudados en caso de necesidad.