Los talos y la sidra, en un escenario ambientado con trikitilaris, txistularis y dantzaris, fueron ayer los protagonistas del último asalto de las fiestas de Eskoriatza. La Euskal Jaia cerró cuatro jornadas festivas con un menú que sirvió clásicos como la comida popular (en la imagen), además de la carrera de cabezudos en bicicleta, un gran tobogán gigante de agua y los fuegos artificiales.
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