donostia - El autobús articulado 100% eléctrico fabricado por la empresa Irizar, que se probó durante seis meses en la línea 28-Amara-Hospitales de Dbus el pasado año, funcionará en breve en otras ciudades europeas, como la francesa de Amiens, que ha decidido crear tres nuevas líneas de transporte público, servidas con 38 unidades y cinco de reserva del modelo ie tram. También Barcelona ha adquirido cuatro de estos vehículos para sus calles y Aix-en-Provence, también en Francia, se ha decantado por autobuses similares, pero de doce metros, no articulados, y en color blanco, en lugar de negro, el tono elegido para la primera unidad del ie tram que circuló por Donostia. Este modelo, según la opinión compartida entre Irizar y Dbus, “consiguió el efecto wow, como dicen los ingleses”, que supone un impacto positivo en los usuarios.
El director general de Irizar e-mobility, Héctor Olabegogeaskoetxea, y el gerente de Dbus, Igor González, creen que la prueba llevada a cabo en Donostia ha resultado idónea para las dos entidades. Por una parte, ha permitido a Irizar comprobar el funcionamiento en condiciones reales de los autobuses articulados eléctricos, tras los test llevados a cabo en sus instalaciones, y, por otra, ha conseguido que Donostia visualice la electromovilidad como algo real.
Según explica Olabegogeaskoetxea, el mayor reto que tenía el fabricante de Aduna era ver cómo se iba a comportar la carga rápida que se colocó en Miramon, en uno de los extremos de la línea 28, en la que funcionó el ie tram. La estación de carga rápida, de 500 kilowatios y dotada de un pantógrafo que se despliega para pasar electricidad al bus, se instaló en un terreno de propiedad municipal con trámites acelerados y permitió estudiar el comportamiento de la carga rápida, una de la novedades tecnológicas que pretendía probar el nuevo modelo. “Teníamos que afrontar el reto de tener que hacer la carga en tres minutos máximo, que es el tiempo que tenía la línea; se ha logrado, aunque de forma ajustada, y es una de las lecciones aprendidas”, señala el responsable de Irizar, que añade que “lo positivo es que ha sido en un entorno real, con conductores y pasajeros y sin tener que simular”. “Nos ha venido muy bien para tener datos reales y ver cómo se ha comportado el autobús”, dice el técnico. “Ahora la carga rápida tiene una tecnología diferente a la de hace cuatro años y completamos en tres o cuatro minutos lo que antes necesitaba siete horas en el caso de los buses de doce metros”, señala.
A pesar de haber logrado arañar segundos al periodo de carga y cumplir con los objetivos de funcionamiento, una de las conclusiones de la prueba piloto llevada a cabo en Donostia es que es mejor tener dos puntos de carga rápida a cada uno de los extremos de la línea. Y precisamente así se ha hecho en la ciudad francesa de Amiens, donde las tres nuevas líneas que funcionarán con los ie tram contarán con dos puntos de carga en cada una.
línea brt en donostia Aunque Donostia prevé crear una línea BRT (similar a un tranvía) con autobuses eléctricos en todo el trazado del autobús 28, que tuvo el pasado año más de cuatro millones de viajeros, el proyecto está aún en fase embrionaria. No obstante, lo que está claro por el momento, es que en el centro de la ciudad habrá que colocar también puntos de carga, a no ser que surjan nuevos avances tecnológicos.
Aunque todos los chóferes de la empresa Dbus están habilitados para conducir todos los vehículos de la flota -diésel, híbridos y eléctricos-, para la prueba piloto con el articulado eléctrico fue formado un grupo de ocho conductores de la mano de Dbus e Irizar. El responsable de la firma fabricante recalca que “ha habido una relación muy profesional con los conductores”. “Para nosotros es muy importante saber qué opinan las personas que están ocho horas con el producto, que llevan años ejerciendo la profesión y que saben encontrar los puntos fuertes y débiles de manera constructiva. Normalmente, en lo que dicen tienen razón”, señala Olabegogeaskoetxea.
Por su parte, Igor González destaca que “la presencia del autobús articulado eléctrico por las calles de Donostia era una experiencia piloto y tenía dos objetivos: el tecnológico y otro más local, de concienciación”. “Hemos logrado que la ciudadanía vea que existe una tecnología buena en el mundo de la electromovilidad, que no son soluciones teóricas. Antes se hablaba pero no lo terminábamos de ver”, recalca. González recuerda que, durante la prueba piloto del ie tram, “había gente que dejaba pasar el autobús tradicional para montarse en él y personas que venían de otras localidades cercanas para probarlo”. “Hemos dado un paso porque hemos visualizado la realidad de la electromovilidad”, considera.
Su opinión la corrobora Olabegogeaskoetxea, que recuerda que los dos primeros autobuses eléctricos de Irizar en Donostia, de doce metros y que empezaron a funcionar hace cinco años, fueron decorados con vinilos llamativos, “pero no es lo mismo”.
Ahora, la unidad que estuvo circulando por Donostia está en Alemania, presentándose en distintas ciudades. Tras pasar por Hamburgo ha ido a Essen, donde tiene su sede el socio alemán de Irizar (Ferrostaal) y también se dirigirá hasta Fráncfort para darse a conocer. Aunque la electromovilidad es ya una realidad, el ie tram ha tenido que ir hasta Alemania en camión, precisamente porque no tiene autonomía para grandes viajes.