Irun - Entre las actividades del programa del 8-M en Irun, destaca una exposición de ilustraciones sobre mujeres relevantes elaborada por la jóven hondarribiarra Ana Lupe Iridoy, quizás más conocida por su seudónimo, Ana Luna.

¿Cómo se introduce al arte y a la pintura?

-Mi madre, Lupe Amunarriz, es pintora y ha sido profesora de arte tanto con adultos como con niños, así que desde pequeña he tenido muy presente el arte en casa. Mis hermanos y yo nos solíamos meter por las tardes en las clases de la ama y quizás de ahí nos entró ese gusto por pintar. El mayor de mis hermanos no ha seguido por esa rama artística pero el mediano, Telmo, y yo seguimos en ello actualmente.

Estudió bachillerato artístico pero luego cursó un grado en Educación Primaria. ¿Por qué dicho cambio?

-En realidad tras el bachillerato comencé a estudiar Bellas Artes pero lo dejé tras seis meses. Me di cuenta de que el arte me gustaba, pero en ese momento lo veía más como una afición que como una profesión que me pudiese brindar oportunidades laborales reales. Hoy lo veo de manera distinta y creo que sí podría dedicarme a la ilustración profesionalmente. Lo ideal sería poder combinar la enseñanza con mis conocimientos artísticos.

En 2012 realizó un intercambio universitario en Uruguay y durante los últimos años ha estado viviendo entre Hondarribia y Montevideo. ¿Qué le animó a quedarse allí?

-Desde que llegué me sentí muy a gusto en Montevideo; es una ciudad no demasiado grande y en la que el arte urbano está muy extendido, hay agrupaciones con muchísimo talento. Además, casualmente mi compañera de piso era ilustradora y a través de ella pude conocer a muchas personas que comparten esa pasión por la pintura.

Actualmente, una muestra suya, titulada ‘Emakume esangura-tsuak’, se encuentra expuesta en Martindozenea. ¿De qué se trata?

-Es una colección de ilustraciones de mujeres que comencé a desarrollar porque, como mujer, quería formarme investigado el trabajo de otras mujeres que consiguieron cambiar su entorno de algún modo. Seleccioné a mujeres de diferentes ámbitos con el objetivo de difundir su trabajo y, al mismo tiempo, conocerlo yo misma. Entre ellas me inspira especialmente Lolita Chávez, una activista indígena guatemalteca a la que tuve la oportunidad de conocer hace dos años.

Todas las ilustraciones de la colección están realizadas en formato digital. ¿Se debe a algo en concreto?

-Para alguien tan acostumbrada a viajar como yo es muy cómodo que para poder dibujar solo necesite mi ordenador y mi tablet. Además, el formato digital tiene muchas ventajas; se puede rectificar si cometes un error, no requiere de gasto de papel y hay muchas herramientas útiles.

Hoy (por ayer) es 8-M y acaba de participar en la manifestación matutina de Irun. ¿Con qué sensación se queda?

-Con una muy positiva. Ha venido bastante gente y el ambiente ha sido muy bueno. El año pasado seguía en Montevideo y es difícil comparar las movilizaciones, pero en general tengo la sensación de que hay más conciencia de lo que es el feminismo y también más implicación. Creo que vamos en la dirección correcta y hay que seguir llamando a más mujeres a que se sumen a esta lucha.