El monumento erigido en homenaje a Esteban de Garibay y Zamalloa (1533-1599) planea su reaparición en sociedad. La escultura diseñada por el arquitecto Ricardo Olaran (1912-1982) en recuerdo del insigne mondragonés, que fue cronista del rey Felipe II y autor de la primera Historia General de España, fue demolida de forma inesperada y para indignación de muchos en 2004.

Pero por suerte, la placa de mármol que exhibía en su base el obelisco ideado gratuitamente por Olaran se salvó de las garras de la excavadora, y tras recobrar su resplandor camina con paso firme a ocupar un lugar en la vía pública del que nunca debía haberse marchado. Arrasate Zien-tzia Elkartea (AZE) ha planteado al Ayuntamiento restituir el monumento a Garibay que todo apunta que podría colocarse el 9 de marzo, aprovechando la efemérides del nacimiento del célebre historiador.

En la reunión que mantendrá mañana la comisión municipal de Urbanismo emitirá el correspondiente dictamen, previsiblemente favorable, a la propuesta de AZE, que el próximo jueves ratificará la Junta de Gobierno local. De hecho, la alcaldesa, María Ubarretxena, ve razonable que la obra dedicada a este hijo predilecto de Mondragón recupere el reconocimiento popular que le corresponde.

diseñado por iñigo arregi La placa de mármol rosáceo veteado fue rescatada de los escombros por un arrasatearra después de que la escultura que se aposentaba sobre ella se derribara en el marco de las obras del parking subterráneo de la plaza Biteri. La pieza terminó en las manos de los miembros de AZE -por donación del ciudadano que la recuperó-, que acérrimos defensores del patrimonio local se embarcaron en la tarea de devolverle a Garibay el homenaje popular que merece.

En los últimos años han tocado las puertas del Consistorio con su propuesta para reponer la escultura y barajando, para ello, distintos emplazamientos. Y a pesar de los anteriores frustrados intentos, no cejaron en su empeño y siguieron adelante con su propósito.

El conocido escultor Iñigo Arregi ha diseñado el soporte en el que se alojará la placa de mármol, la única pieza que logró sobrevivir al derribo, aunque solo conserva la palabra Garibay de la leyenda que en su origen encabezaba la frase Mondragón a. El obelisco, que se erigió en 1960 con ocasión del VII centenario de la fundación de la villa, costó 80.000 pesetas que se sufragaron por medio de una cuestación popular.

Arregi ha colaborado desinteresadamente con la iniciativa, creando una base troncopiramidal en acero corten, que ha fabricado Jaime Osinaga de la Calderería Epele con sus 1,5 metros de ancho y poco más de un metro de alto. La escultura se prevé colocar frente a la casa donde vino al mundo Garibay (hoy en día el gazte bulegoa), en el lugar que ocupa el aparcamiento de bicis que se trasladará unos metros más adelante. En su parte superior, la nueva obra incluirá la inscripción Arrasateko iragana helarazi diguten guztiei, en recuerdo de todas aquellas personas que han transmitido el pasado de la villa, entre ellos los historiadores locales Miguel de Madinabeitia, José Letona o José María Uranga, pero también de todos los vecinos que han ido contando los relatos de boca en boca. La pieza tendrá un coste de unos 4.000 euros que AZE afrontará con la subvención anual que recibe el Ayuntamiento.

luz verde Así, la inauguración del monumento restituido a Garibay se pretende llevar a cabo con la solemnidad que requiere la ocasión. A la espera de que la próxima semana se dé luz verde a la propuesta y, con ello, se abra la veda de su celebración el 9 de marzo, los miembros de AZE se pondrán en faena con los preparativos del acto. La pérdida de la escultura dedicada a Garibay causó malestar entre muchos arrasatearras. Su reposición saldará una deuda con uno de sus ilustres hijos, alcalde y por encima de todo historiador.