Un guardia de oro
La Guardia Municipal homenajea en su 170º aniversario al agente Federico Martínez por su “dedicación” al cuerpo y al Instituto Vasco de Criminología, que colabora con la institución
Las instalaciones de Morlans acogieron ayer la celebración del 170º aniversario de la Guardia Municipal de Donostia, un cumpleaños que se redondeó con la entrega de la medalla de oro al policía Federico Martínez “por su dedicación” y al Instituto Vasco de Criminología, que colabora con el cuerpo desde su creación. La entrega de los distintivos generó numerosos aplausos entre los presentes, especialmente para la persona de Federico Martínez, que se acerca a la edad de la jubilación y que provocó gritos de “¡Fede, no te vayas!”. El guardia, que se ha ocupado de distintas tareas como la renovación de los sistemas informáticos y de comunicaciones así como de los vehículos y la adquisición de nuevo material, como el flamante dron, no fue avisado de que iba a recibir un galardón, lo que aportó emoción suplementaria a la entrega.
“Ha derrochado simpatía, educación y atención a todos nosotros. Es un rey mago, en realidad los tres en uno, y es querido y respetado por toda la plantilla”, anunció la presentadora del acto. El homenajeado, por su parte, dedicó unas palabras de agradecimiento y se fundió en abrazos con compañeros y autoridades presentes en el acto, como el concejal responsable de Seguridad Ciudadan, Martin Ibabe, compañero del cuerpo antes de ser corporativo.
También se mostró satisfecho por el galardón el director del Instituto Vasco de Criminología, José Luis de la Cuesta, que recogió la medalla de manos del alcalde, Eneko Goia, que asistió al acto junto a otros concejales como Aitziber San Román (PNV), Alfonso Gurpegui y Miguel Ángel Díez (PSE) o Naiara Sampedro (EH Bildu). De la Cuesta recordó que alumnos de su instituto llevan a cabo las prácticas de fin de grado en la Guardia Municipal y destacó la colaboración entre ambas instituciones.
En el acto también se entregaron medallas de plata a los agentes que se jubilaron el pasado año, algunos tras casi 40 años de trabajo en la Policía donostiarra, como Antonio Alonso, Manuel Carrasco, Juan Manuel Porras y Ángel Mari Alvarez. Todos ellos recibieron un caluroso aplauso de sus compañeros.
El jefe de la Guardia Municipal, Mikel Gotzon Santamaría, mostró su “preocupación” por las jubilaciones que se avecinan para el futuro cercano, pero añadió: “El barco flota, no se hunde y avanza”.