Un total de 16 restaurantes de Donostia han sido distinguidos por cumplir las normas básicas para evitar el despilfarro de comida. La concejala de Medio Ambiente, Ane Oyarbide, explicó que para poder lucir en sus locales la pegatina que informa de que son locales que no desperdician los alimentos deben cumplir varias condiciones. “Por ejemplo, tienen que ofrecer a los clientes un túper para las raciones sobrantes, así como informar y formar a los trabajadores para evitar el despilfarro y segregar todos los materiales que se producen en el restaurante para su reciclaje”, explicó la corporativa, que compareció acompañada del secretario general de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, Kino Martínez, así como de Iñaki Ubiria, del restaurante Kilómetro 0, de Duque de Mandas, y de Mari Cruz Benaito, de Avenida XXI, situado en la avenida de la Libertad.

Además de estos dos establecimientos, el resto de restaurantes que han obtenido el distintitvo son La Muralla, Urepel, Gandarias, La Raviolina, Garraxi, Australian Koorner, Sidrería Garbera, All i Olli, El Fogón, Restaurante Albergue de Ulia, Juantxo, Peregrinus, Bera-Bera (en el Hotel Palacio de Aiete) y Bokado Aquarium. Se prevé que la cifra de 16 vaya aumentando a medida que se implanten las buenas prácticas destinadas a evitar el despilfarro de la comida.

Ubiria, de Kilometro 0, explicó que, en su caso, al ser un restaurante vegano, no utilizan carne ni pescado y los alimentos son más fáciles de reciclar. “Usamos sobre todo verduras y cereales, que duran más, además de que se pueden emplear para hacer caldos. Cumplimos todas las buenas prácticas y además todos los recipientes que ofrecermos para llevar a la comida a casa son compostables, incluidos los cubiertos, que parecen de plástico”, señaló Ubiria. “Nosotros lo aprovechamos todo”, añadió.

A rebanadas

Por su parte, Mari Cruz Benaito recordó que en su cafetería el reciclaje empezó desde que comenzaron a instalarse en la ciudad los primeros contenedores de vidrio y así han seguido hasta ahora. “Antes ofrecíamos un bollo de pan en el menú, pero ahora hacemos rebanadas para que la gente coma lo que quiera y así no se desperdicia tanto. Además, cuando se trata de sopas o legumbres llevamos la sopera al cliente para que se sirva la ración que desee y no más”, señaló la hostelera. Por su parte, el secretario de la asociación de Hostelería destacó la importancia de que Donostia y Gipuzkoa, situados a altos niveles gastronómicos, se impliquen también en evitar el despilfarro de la comida.

La concejala de Medio Ambiente, además, explicó que esta primera iniciativa para evitar el desperdicio de comida en la hostelería “se ha dirigido solo a restaurantes, establecimientos que, según la Unión Europea, son los responsables del 12% del desperdicio de alimentos generados”. La Unión Europea se ha propuesto reducir las cantidades malgastadas en un 50% para el año 2030, según dijo, y el Ayuntamiento de Donostia “se ha comprometido con este problema y se ha sumado a la recién creada Plataforma de Euskadi contra el despilfarro alimentario”, añadió.

Evitar el tirar la comida en los bares, sin embargo, aún no se ha abordado porque tanto las autoridades locales como los hosteleros encuentran dificultades a la hora de impulsar esta misma política en los establecimientos de pintxos, cuyo aprovechamiento y reciclaje es más complicado de conseguir.