donostia - Las obras de la variante ferroviaria del Topo, con un presupuesto de 180 millones de euros (120 de la obra y el resto, de equipamientos) y un fin de la construcción previsto para el año 2022, han empezado a abrir sus madrigueras en distintos puntos de la ciudad. Los primeros grandes agujeros que se pueden contemplar se ubican en la avenida de Zarautz; en Pío Baroja, junto al polideportivo y al hotel Costa Vasca; y en Benta Berri. En este punto, junto a la calle Sansustene, se abre ya una de las bocas de acceso a la futura estación de esta zona, la única del primer tramo de obras, que discurre entre Lugaritz y Miraconcha. Los otros dos agujeros son rampas de ataque para llegar hasta el punto en el que es necesario crear el túnel que acogerá el trazado.
Aunque no se aprecia desde el exterior, también en Morlans han comenzado a abrir otra puerta hacia el subsuelo, en un lugar muy cercano a donde se encontrará la futura estación subterránea que sustituirá a la actual de la plaza Easo.
En Morlans se han excavado ya 38 metros de la rampa de ataque para llegar a la profundidad necesaria. En Pío Baroja, por su parte, el viaje a las profundidades del terreno va más avanzado y llega hasta los 435 metros, por lo que queda ya muy poco para alcanzar los 500 de los que constará la rampa.
Los grandes agujeros que se abren en la ciudad no son las únicas obras que tienen lugar estos días. Las excavadoras y otras máquinas también están mordiendo puntos de la superficie como la plaza Xabier Zubiri, junto al hotel Londres, o la cercana plaza de Zaragoza, donde se están recortando jardines y abriendo zanjas para desviar los servicios antes de comenzar con trabajos más intensos.
La cercana calle Easo, en su primer tramo, también está afectada y presenta una de sus aceras inutilizada por el mismo motivo. Cables y tuberías del entorno deben trasladarse bajo esta calle para poder abrir el acceso de la plaza Zubiri, uno de los tres que tendrá la estación del Centro-La Concha. Los otros dos se situarán frente al Buen Pastor y en el inicio de Aldapeta. La conexión a esta estación se completará con un ascensor en Easo.
La construcción de la variante ferroviaria del Topo bajo el centro de Donostia genera curiosidad y preocupación entre algunos donostiarras, que pueden recurrir a la oficina Topogune abierta en la estación de la plaza Easo desde octubre del pasado año.
Un año después de la puesta en marcha de este servicio informativo, se han registrado 748 comunicaciones en las oficinas, 326 de las cuales se han formulado por medio de visitas presenciales. Asimismo, 143 han sido llamadas telefónicas y 279, correos electrónicos.
La situación de las viviendas bajo las que pasará el túnel ferroviario entre Lugaritz y Morlans, de 4,2 kilómetros de longitud, motiva la mayor parte de las preguntas que llegan a la oficina Topogune. En concreto, un 44% de las comunicaciones que se han presentado, es decir, 332, han buscado solicitar un informe de inspección de viviendas u obtener información al respecto. Como se recordará, las viviendas que se sitúan en el ámbito del trazado del metro donostiarra tienen derecho a solicitar ser examinadas con el fin de comprobar su estado una vez terminados los trabajos.
Otras 82 solicitudes (12%) han servido para pedir planos y fotografías relacionadas con la obra del nuevo trayecto subterráneo y 113 (15%) han tenido como objeto conocer detalles del trazado. Otras 115 preguntas (15%) han sido para demandar información general.
6% de quejas Las quejas también han estado presentes dentro de las comunicaciones llegadas a Topogune. En concreto, 45 contactos (6% del total) han sido para quejarse por el proyecto o por alguna parte de él que, a juicio de los firmantes, se debería cambiar.
En cuestión de edades, los mayores de 55 años han sido los ciudadanos más activos a la hora de formular preguntas y quejas en Topogune. El 74% de todas las comunicaciones han llegado de ellos. Los mayores de 65 han presentado el 60% de las consultas mientras que los de entre 55 y 65 han sido responsables del 14%. Por otra parte, los menores de 20 años solo han presentado ocho preguntas (1%); los de entre 20 y 35, un 12%; y los de entre 45 y 55, un 9%. 390 hombres y 359 mujeres han suscrito las distintas cuestiones.
Durante la tramitación de las obras, el proyecto de metro entre las estaciones de Lugaritz y la futura de Morlans recibió 400 alegaciones, la mitad de las cuales eran la misma presentada por distintas personas, según informó el Gobierno Vasco. Las demás fueron presentadas por particulares, empresas y por el propio Ayuntamiento de Donostia.
La obra de la variante ferroviaria del Topo se lleva a cabo en dos fases, y ambas están en marcha. En septiembre del pasado año se adjudicó el primer lote de obras a la UTE formada por Moyúa, Viuda de Sainz y Comsa. La segunda fase se encargó en diciembre y recayó en el grupo integrado por Sacyr, Cavosa, Campezo, Mariezcurrena y Zubieder.
Una vez ejecutada la nueva conexión, los trenes que lleguen desde Zumaia o desde Irun podrán parar en las tres nuevas estaciones subterráneas que nacerán con esta variante: Benta Berri, Centro-La Concha y Morlans.