Tolosa - Un cuadro suyo expuesto en una tienda de Tolosa llamó la atención del equipo de la galería GKo. No pararon hasta localizar a su autor. “Nos gustó mucho el cuadro y preguntamos si era de Jose Luis Longarón. Son obras con fuerza, con movimiento, equilibradas...”, cuenta Garikoitz Murua, de GKo. Y les faltó tiempo para invitar a Felix Urrestarazu a mostrar su obra en su local de la calle Mayor de Tolosa. Se podrá visitar hasta el 31 de marzo.

¿Cuál es el hilo conductor de la exposición?

-Es una colección nueva, está hecha los últimos tres meses, desde finales de 2017 hasta hace unas semanas. Algunos son lienzos de gran tamaño, es el formato que más me gusta porque me siento libre, pero también hay obras muy pequeñas, que son fragmentos de los grandes. Hay uno, incluso, que llegó húmedo a la exposición, recién terminado.

¿Desde siempre le ha atraído el arte abstracto?

-No, he vivido una evolución en todos estos años. Empecé hace 22 años en el taller de arte de la casa de cultura de Ibarra y entonces hacía arte figurativo y realista. Ahora estoy muy cómodo haciendo arte abstracto; es lo que más me divierte y me entretiene un montón. No siento miedo al pintar; cojo el pincel, y no sé cómo empiezo ni cómo acabo y eso me divierte muchísimo.

¿Cuánto tiempo le lleva terminar una obra?

-Cada obra lleva su tiempo, porque hay que respetar los tiempos de secado, pero yo soy muy inquieto y mientras voy haciendo un cuadro ya voy preparando otro. No soy de los que pasa mucho tiempo terminando una obra, cuando siento que la he terminado no la toco más.

El color tiene mucho protagonismo en su obra.

-Ahora utilizo mucho el color, porque es la expresión de mi situación anímica actual. Sin embargo, he tenido épocas más oscuras, más pesimistas, y eso se plasma en la obra. Además, soy un enamorado de los azules en todas sus tonalidades desde que nací, y casi todos los cuadros llevan algo de azul.

¿Qué le sirve de inspiración?

-Me vienen ideas, me fijo en detalles... y voy plasmándolo en el cuadro, pero no copio imágenes como podía hacer en mis inicios. Mi obra es expresión de mis sentimientos, sensaciones... Pinto por impulso.

¿Qué materiales utiliza además del óleo?

-Utilizo muchísimos materiales; papel estraza o seda, madera, ceras, lápices, colas, arenas, tintas, polvo de azulete... Me gusta mucho experimentar con los materiales, crear capas, rugosidades y texturas.

¿Le dedica mucho tiempo a la pintura?

-Sí, muchas horas, todos los días dos, tres o cuatro horas, según el tiempo que disponga. Sigo pintando en la casa de cultura de Ibarra desde hace 22 años y les he prometido que, por lo menos, voy a seguir hasta cumplir 25 años. He tenido como profesor a José Luis Longarón y creo que mi obra está muy influenciada por él.

¿Como artista qué supone sacar su obra de la intimidad y exponerla ante el público?

-Produce mucho nerviosismo, pero también un orgullo y satisfacción total. Además, que gente entendida como el equipo de GKo Gallery reconozca mi trabajo y crea que tiene valor, me da mucha fuerza. Al fin y al cabo, yo no he estudiado nada relacionado con el arte y soy autodidacta.

¿Es complicado encontrar lugares donde puedan exponer los artistas amateur?

-Es complicado. Es cierto que hay espacios más asequibles, como pueden ser un centro comercial o un bar, pero desde mi punto de vista no son lugares para exponer, al menos, yo no veo que en esos lugares encaje mi obra. Aún y todo, yo no he participado en muchas exposiciones, de hecho, ésta es la segunda vez que expongo, la primera fue en 2012 en la casa de cultura de Ibarra. Gracias a la exposición de GKo Gallery hay quien está descubriendo ahora que pinto cuadros.

¿Y le gusta presentarse a concursos de arte?

-Sí, me presento a muchos concursos que se organizan a mi alrededor; en Ordizia, Beasain... Cuando presento un cuadro siempre me pregunto si le gustará a alguien, pero luego me doy cuenta de que se reconoce mi trabajo.

¿Piensa seguir pintando?

-Por supuesto, lo tengo clarísimo. Si me jubilara mañana, ya sé dónde pasaría el rato. Pintar me ayuda a desconectar de la rutina y me puedo pasar horas. También me gusta visitar exposiciones; prefiero pasarme tres horas viendo cuadros que ver el partido Barça-Real Madrid...

¿Su afición por el arte le viene de familia?

-Mi madre era muy buena dibujante, tengo dibujos suyos hechos a pluma de cuando era joven y son muy bonitos. Mi tío también era muy buen dibujante. Sin embargo, a mis hijos no les he contagiado la afición por la pintura. ¡Qué le vamos a hacer”.