donostia - El juzgado contencioso administrativo número 1 de Donostia ha dado la razón al Ayuntamiento y a la asociación Parte Zaharrean Bizi y ha rechazado las pretensiones de una hamburguesería situada en la plaza de la Contitución, que pretendía compaginar su actividad de venta de comida para llevar con la de servir sus productos en la terraza del bar situado al lado.
A petición de la asociación vecinal Parte Zaharrean Bizi, que argumentó que el comercio de hamburguesas ejercía como si fuera un bar a pesar de no tener licencia como tal, el Consistorio abrió un expediente al establecimiento poco después de su apertura, en el año 2016. Para oponerse a él, los propietarios del local de comida Muuk, que son los mismos que los del negocio hostelero vecino Gott, presentaron un recurso ante el juzgado con el fin de defender que su actividad de venta de hamburguesas de calidad era compatible con llevarlas al bar de al lado para su consumición en las terrazas.
El juzgado, sin embargo, considera que la decisión municipal de expedientar la local es ajustada a la ley ya que, según señala, la actividad que desarrolla el comercio de comida preparada no está contemplada en la licencia concedida por el Ayuntamiento.
El fallo destaca que, según una inspección llevada a cabo por agentes de la Guardia Municipal, camareros de los bares Gott y White Tara “sacaban consumiciones elaboradas en la hamburguesería Muuk y las servían en las terrazas” de los citados bares “hasta que se percataron de la presencia de los agentes”. Esta actividad convertía a la hamburguesería en un negocio asimilado al hostelero, según el tribunal.
La sentencia supone una pequeña victoria para la asociación Parte Zaharrean Bizi, que defiende que se haga cumplir de modo estricto la ordenanza de apertura de bares de la Parte Vieja, que no permite en la puesta en marcha de nuevos negocios de estas características, ya que la zona está declarada “saturada” en este terreno.
Los dueños del negocio de comidas, por su parte, pueden presentar un recurso de apelación en un periodo de quince días para tratar de que los juzgados autoricen la práctica de servir los platos de un comercio de comidas en otro de hostelería.