legazpi - Ha costado, mucho, pero Legazpi tiene al fin una nueva escuela de música. Y qué escuela de música... Digna de Viena. Con unas dependencias que a gusto las cogería el mismísimo Mozart y en un entorno que invita a relajarse y buscar la inspiración. A partir del lunes, los alumnos de la escuela de música Doinua estudiarán en la casa Agirre-Etxeberri. Este palacete fue ordenado construir en 1924 por parte del empresario Patricio Echeverría para su familia.

Echeverría vivió en esta casa hasta su fallecimiento en 1972. El edificio siguió siendo la residencia familiar hasta 2008. Aquel año falleció la última de sus moradoras: Felisa Echeverría, hija del empresario. La casa pasó a manos del Ayuntamiento en 2011.

El edificio fue diseñado por el tolosarra Guillermo Eizagirre, uno de los arquitectos guipuzcoanos más importantes de aquella época e introductor del estilo neovasco en nuestro territorio. Este estilo se basa en las formas de los caseríos atlánticos, adaptándolos a las necesidades de las viviendas contemporáneas. El edificio que acogerá la escuela de música es uno de los mejores ejemplos del estilo neovasco, junto con Villa María Luisa de Irun (Luis Valet, 1920).

En Agirre-Etxeberri se utilizaron materiales tradicionales (madera, piedra, ladrillo y hierro forjado) y formas que remiten a la arquitectura popular (tejado a dos aguas, combinación de arcos y vanos adintelados...), sin renunciar al confort: higiene, canalizaciones, calefacción, iluminación natural y artificial... Además, se pueden encontrar elementos de la arquitectura culta (columnas toscanas) y de la contemporánea (amplios ventanales).

El exterior En el exterior destacan cuatro elementos: la fuente (con dos esculturas de caracoles), el jardín que rodea el edificio, los árboles y la veleta con forma de bellota, símbolo de la marca de herramientas de la empresa Patricio Echeverría.

El conjunto está inscrito como bien cultural, con la categoría de monumento, en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco.

Ayer, la presidenta de Doinua, Estibaliz González, y la alcaldesa, Koldobike Olabide, firmaron el convenio de cesión. En el acto estuvieron presentes varios profesores y exprofesores de la escuela de música. El convenio tiene una duración de diez años.

El director de la escuela de música, Aitor Madina, dijo que han visto cumplido un sueño. “En la actual sede tenemos problemas de espacio y molestamos a los vecinos. Quiero pedirles perdón por todo lo que han tenido que sufrir durante estos años. También quiero dar las gracias al Ayuntamiento”.

La rehabilitación del edificio la ha llevado a cabo el Consistorio y en el último Pleno se aprobó su uso. El sótano, la segunda planta y la tercera planta los utilizará la escuela de música, mientras que en la primera planta habrá una cafetería y dos salas polivalentes. Estas acogerán actos culturales, además de, por ejemplo, bodas civiles.

En Agirre-Etxeberri, la escuela de música contará con nueve aulas de ensayo y dos de solfeo, la oficina del director, la sala de profesores, un aula de informática y otra de psicomotricidad y una sala polivalente.

La escuela de música se fundó en 1979. Dos de sus profesores, Arantxa Rodríguez y Xabier Barriola, acudieron a Felisa Echeverría: sabían que en Agirre-Etxeberri había un piano y le pidieron que lo cediese o donase a la escuela de música. Esta les dijo que el piano de la familia tenía un gran valor sentimental y lo que hizo fue comprar otro para la escuela de música. A partir del lunes, el piano y el resto de los instrumentos sonarán en la que fuera su casa.