bergara - Iñaki Mujika pertenece a una saga de ferreteros que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Fue su bisabuelo, Emilio, el que protagonizó el primer capítulo de esta historia de emprendimiento y tradición empresarial que comenzó a tejerse en 1913, y que hoy supera con nota la cuarta generación. Con 19 años Iñaki empezó a trabajar en el negocio familiar que por entonces capitaneaban sus padres, Ramón ya jubilado, e Irene Umerez que lleva más de tres décadas al pie del cañón. Enclavada en el número 8 de la calle Bidekurutzeta, Mujika Burdindegia eta Industria Hornidurak S.L. es una empresa dedicada al suministro industrial y a la venta de maquinaria y productos de ferretería, ropa laboral, cerrajería?, además de bricolaje y menaje para el hogar. Parafraseando a los clientes que atraviesan su puerta: “En esta ferretería hay de todo”.

Dentro de la categoría ‘10 Bitxiak’ de los Premios a la Empresa Comercial de Gipuzkoa, el pasado día 17 recogieron la distinción al comercio más destacado de la comarca de Debagoiena. ¿Que se siente al haber recibido este reconocimiento?

-Irene Umerez (I.U.): En primer lugar, mucha ilusión y agradecimiento. Ha sido una inyección de fuerza para seguir trabajando y luchando.

104 años de andadura. ¿Cómo empezó todo?

-I.U.: En 1913 el abuelo de mi marido, Emilio Múgica, puso en marcha el negocio en Barrenkale. En aquellos primeros años funcionó a modo de juguetería, mercería y también se vendía algo de ferretería. Junto con sus dos hijos, en 1933 trasladó el establecimiento a su ubicación actual, en Bidekurutzeta. Mi suegro (murió a temprana edad) y su hermano Hipólito constituyeron la segunda generación de la empresa. De hecho, con el tío Hipólito, con quien empezó a trabajar mi marido, se le dio el enfoque de ferretería industrial. Cuando este falleció, entré yo; de eso hace ya 33 años. En estos momentos es mi hijo Iñaki el que está al frente y con él estamos trabajando otras cuatro personas. En la historia de Mujika Burdindegia no podemos olvidar la creación en 1968 de la Cooperativa Unife de la que Hipólito fue uno de los socios fundadores. Hoy en día esta central de compras de artículos de ferretería y suministro industrial, que agrupa a un centenar de empresas comerciales del sector, toma el nombre de Synergas y tiene su sede en Oiartzun.

¿Cómo se han ido adaptando a los nuevos tiempos?

-I.U. e Iñaki Mujjika (I.M.): Reinventándonos y poniéndonos al día. La demanda nos marca hacia dónde tenemos que dirigirnos, y los propios proveedores te informan de lo que va llegando al mercado. Además, la cooperativa de la que formamos parte nos permite ofrecer un servicio diversificado y rápido.

¿Qué tipo de clientela tienen?

-I.U. e I.M.: Por un lado, la industria y los profesionales (gremios), y por otro, el cliente particular. Trabajamos con talleres y fábricas, sobre todo de Bergara, pero también de Oñati, An-tzuola, Elgeta o Soraluze, a las que les entregamos directamente el producto que nos solicitan.

¿Es exigente?

-I.U.: Lo más importante es escuchar al cliente, conocer las necesidades que tiene y darle un buen trato y, por supuesto, un mejor servicio. Muchos particulares vienen en busca de una solución porque se les ha roto algo. Vendemos bisagras, tirafondos y otros materiales que la gente nos pide. Al cliente hay que cuidarlo.

A las puertas de la Navidad. ¿Cómo se presenta la campaña?

-I.U.: A pesar de la competencia de los centros comerciales y venta online, podemos decir que nos defendemos. Nunca sabes hasta que pasan estas fechas cómo está yendo realmente la campaña, pero solemos quedar contentos. ¿Y qué se regala estos días? La gente compra menaje para el hogar: copas, utensilios para repostería..., aspiradoras, planchas de pelo, herramientas de bricolaje?

¿Cómo ven al comercio bergarés?

-I.U.: Quizá no soy la más adecuada para hacer una valoración al respecto porque trabajamos mucho con empresas. Aunque somos miembros de la asociación Bedelkar, por nuestra manera de funcionar dentro de la cooperativa promovemos nuestras propias campañas. Así que desde una experiencia más personal, yo diría que la industria ha empezado a moverse y eso se traduce en que la gente tenga un poco más de confianza. Sin grandes euforias y mirando el precio, pero compran.

Echemos una mirada hacia adelante. ¿Qué retos se han marcado?

- I.M.: Tengo mis proyectos (sonríe). Continuar con el equipo que tenemos y seguir profesionalizándonos para estar mejor preparados frente a las nuevas competencias.