donostia - Las obras de construcción de la variante ferroviaria del Topo bajo el centro de Donostia, un enlace también conocido como metro, han dado comienzo. Tanto la avenida de Zarautz como el paseo Pío Baroja, ambos en El Antiguo, acogen sendas zonas valladas, en las que comenzarán las actuaciones previas a la apertura de las rampas que llegarán hasta las zonas desde las que se horadará el primero de los túneles que conformarán el trazado.

Las primeras tareas que afectarán a las zonas valladas consistirán en el desbroce de las zonas verdes y el desvío de las canalizaciones que resulten afectadas por las bocas que se abrirán. La función de estas rampas de ataque es permitir que la maquinaria de obra llegue hasta los dos puntos del subsuelo, entre los que discurrirá la conexión ferroviaria entre Lugaritz y Miraconcha. La de la avenida de Zarautz tendrá 200 metros de longitud y la de Pío Baroja, 500. Una vez iniciada la perforación, se avanzará a razón de cuatro o cinco metros diarios.

Euskal Trenbide Sarea, que adjudicó estos trabajos en septiembre pasado a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Moyua, Viuda de Sainz y Comsa, explicó ayer a este diario que los trabajos de excavación de ambos accesos no se producirán hasta el mes de febrero, como pronto. Es entonces cuando los camiones empezarán a entrar y salir por ambos puntos e irán extrayendo la roca. Una vez terminada la obra, ambas rampas servirán como salidas de emergencia y de aireación.

Eusko Trenbide Sarea informó en las reuniones vecinales que la totalidad de las viviendas que se sitúan sobre el trazado, el 80% de las ubicadas en segunda línea y el 50% de las de zonas colindantes, así como las que lo soliciten (si se considera justificado) serán revisadas antes de mayo de 2018. La revisión es voluntaria.

El primer tramo del metro tiene un coste de 38,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 46 meses, que comienzan a correr desde ahora. Su longitud es de 2,1 kilómetros e incluirá la estación subterránea de Benta Berri, que se alojará en una caverna situada bajo la ladera del Seminario en su vertiente hacia el barrio de Benta Berri. Estará a una profundidad de 21 metros y sus andenes tendrán 81 metros de largo. Su aspecto será similar al de las dos últimas estaciones añadidas al trazado del Topo en Donostia, la de Intxaurrondo y la de Altza.

dos bocas y un ascensor A la estación de Benta Berri se podrá bajar desde dos bocas de aceso: una junto al polideportivo y otra en la plaza de Benta Berri, junto al recientemente pintado mural dedicado al cantante Imanol. Para llegar a la estación de Benta Berri también se podrá utilizar un ascensor, que se situará frente al número 35 de la avenida de Zarautz.

El segundo túnel de la variante del Topo, que discurrirá entre Miraconcha y Morlans, con estaciones en el Centro y bajo la calle Autonomía, se adjudicará en breve, según las previsiones. Se calcula que la totalidad de la obra finalizará en 2022.

El movimiento Satorralaia, contrario a la obra, ha convocado una asamblea para las 17.00 horas de hoy, junto al número 60 de la avenida de Zarautz, para “fomentar la respuesta popular al inicio de las obras”.

Excavación. Las excavaciones de los túneles que partirán desde la avenida de Zarautz y Pío Baroja hasta la zona que acogerá el trazado subterráneo correspondiente a El Antiguo comenzará no antes del mes de febrero, según el calendario de obras.

Estación. La estación de Benta Berri, incluida en el primer túnel que inicia ahora sus preparativos, se situará a 21 metros de profundidad. Tendrá bocas de acceso por el polideportivo y por la plaza de Benta Berri, así como un ascensor en la avenida de Zarautz.

Plazo. Las previsiones de Euskal Trenbide Sarea calculan que los trabajos de ambos túneles del trazado subterráneo estarán finalizados en el año 2022.

Revisión de viviendas. Las viviendas situadas sobre el trazado de la variante ferroviaria podrá ser revisadas, si así lo solicitan, con el fin de dejar constancia de su situación por si surgieran problemas posteriores con motivo de las obras.