"Es una obra grande. Para mí, especial", manifiesta Tere González sobre la zarzuela El Caserío que durante los dos próximos fines de semana llenará las butacas del Amaia antzokia. La agrupación lírica Izaskun Murgia de Arrasate vuelve a las tablas para ofrecer una de las piezas cumbres del género lírico, que su autor Jesús Guridi (Vitoria 1886-Madrid 1961) estrenó hace 90 años en el teatro madrileño de La Zarzuela.

"En 2005 la presentamos en euskera; entonces fue un reto y disfruté mucho. Pero tenía ganas de hacerla en su versión original", explica González, que lleva la batuta de la asociación arrasatearra que desde hace dieciocho años ha hecho de la zarzuela una cita ineludible, a la vez que aplaudida, del mes de noviembre.

El Caserío es "una obra muy nuestra, empezando por el repertorio musical que incluye muchos zortzikos, biribilketas, arin-arin ", destaca la directora de Izaskun Murgia Elkarte Lirikoa, que sin desvelar demasiados detalles a la espera de que el público pueda presenciarlos en directo, adelanta que han introducido algunos cambios con respecto a la puesta en escena que realizaron hace doce años.

Dividida en tres actos, la trama amorosa se desarrolla en la imaginaria aldea vizcaína de Arrigorri, donde se levanta el caserío familiar. Las costumbres, el día a día, el folclore y la idiosincrasia vasca quedan perfectamente reflejados en esta propuesta escénica que se apoya en los personajes del cura, el alcalde, el secretario, el indiano rico, la tabernera... "La gente se va a reír; va a pasar un buen rato", asegura González sobre un montaje de dos horas y media de duración que musicalmente es "complicado tanto para el coro como los solistas. "Estoy muy orgullosa de todos ellos", apunta mientras esboza una sonrisa.

Todo en casa A pesar de que la experiencia se forja con los años, a pocos días de la puesta de largo González no puede evitar "los nervios del primer día". "Nuestro objetivo es mejorar en algo todos los años", expone.

Se trata de una producción gestada al 100% en casa. Desde los propios protagonistas (son alumnos de canto de González) hasta los encargados del vestuario y atrezzo trabajan codo con codo para sacar adelante un proyecto al que le ponen mucha ilusión y ganas, además de invertir un buen puñado de horas en los ensayos. "Somos una asociación sin ánimo de lucro; no hacemos zarzuela para ganar dinero; de hecho no lo ganamos insiste González. Sin embargo, no escatimamos en medios si es para el bien del espectáculo".

Más de un centenar de personas, 50 de ellas en escena, hacen posible la zarzuela arrasatearra. Al coro de Izaskun Murgia se le suma la orquesta de Arrasate Musikal, que capitanea Iker Olazabal, y en esta ocasión también los dantzaris del grupo Txikitxu-Arrostaitz que bailarán al compás de los txistularis de Arrasate Musikal.

18 años se dicen pronto. "En los dos últimos he estado tentada de dejarlo. Pensaba que después de El Caserío era hora de despedirse, pero estoy con ganas, así que mientras tengamos público seguiremos adelante, sobre todo, porque para mis alumnos la zarzuela es importante, les motiva mucho", sentencia la directora. Aunque aún les quedan cuatro funciones por delante las de este sábado y domingo, y los días 24 y 25, ya han escogido el título del próximo año, que figura en su repertorio: Luisa Fernanda.