donostia - El barrio de Intxaurrondo, con 16.000 habitantes, estrenará el 2 de octubre el nuevo servicio de recogida de residuos voluminosos, electrodomésticos y aparatos electrónicos a domicilio, una iniciativa piloto que se analizará una vez pasado un año con la intención de extenderla a toda la ciudad si da buenos resultados.
El concejal de Medio Ambiente, Alfonso Gurpegui, dio a conocer ayer la próxima puesta en marcha del programa junto a representantes de las empresas Traperos de Emaús Sociedad Cooperativa de Iniciativa Social y Emaús Servicios Medioambientales, que se encargarán de la tarea. Para dar a conocer la propuesta, el Ayuntamiento inició ayer una campaña de comunicación que incluye la instalación de paneles y puntos de información en el barrio.
Gurpegui explicó que los ciudadanos que deseen deshacerse de un mueble o similar deberán llamar al número (943845033) y que los operarios acudirán a sus hogares a recogerlos en un periodo de seis días laborables. Se podrán retirar, según detalló, muebles, sillones, sofás, sillas, aparadores, colchones y somieres, electrodomésticos de línea blanca como lavadoras, frigoríficos... televisores y aparatos electrónicos de pequeño tamaño como ordenadores, batidoras, planchas etc...
Los vecinos tendrá que desmontar los muebles que deban desarmarse para ser sacados del domicilio. Quedan excluidos del servicio los escombros, palets, cristales y espejos de más de un metro cuadrado, las ventanas, los sanitarios, los textiles y los recipientes que contengan líquidos.
Con la puesta en marcha de este sistema dejará de estar activa en Intxaurrondo la anterior fórmula de recogida de voluminosos en la calle en determinados días, que seguirá operando en el resto de la ciudad.
El corporativo recordó que la recogida será gratuita y explicó que sistemas similares existen ya en la comarca de Urola Erdia así como en varias mancomunidades navarras.
El concejal señaló que “la optimización de la gestión de residuos urbanos es uno de los principales retos a nivel municipal, no solo por el coste económico asociado a la recogida y al tratamiento, sino por el impacto ambiental y social asociado a la generación de residuos”. Asimismo, recordó que, el pasado año, en las calles de Donostia se recogieron 2.800 toneladas de este tipo de enseres voluminosos. “Queremos que se genere menos basura por habitante y año y que los residuos sean depositados de forma adecuada en los contenedores destinados a tal fin”, recalcó.