Cuando se piensa en una postal de Hernani, la más recurrente es el conjunto arquitectónico que forman el ayuntamiento y la iglesia de San Juan Bautista. La parroquia fue construida entre 1548 y 1595 en estilo tardogótico y hasta hoy día ha conocido pocos cambios: en 1610 se construyó la sacristía, en 1708 se le añadió la portada barroca y la torre del campanario se terminó en 1764.

No obstante, el edificio de la casa consistorial ha sufrido a lo largo de su historia numerosos avatares y ha tenido diversos usos. Conscientes de la interesante historia que alberga, San Joan Konpartsa decidió dedicar el libro de este año al ayuntamiento y su carroza de sanjuanes también versó sobre este tema. En las fiestas patronales, San Joan Konpartsa repartió gratuitamente 1.100 ejemplares. En 50 páginas, en euskera y castellano, Jon Oñate, miembro de la asociación, desgrana los principales episodios que vivió la casa consistorial.

Las referencias más antiguas a dicho edificio se remontan al año 1551, cuando se levantó la fachada de una nueva casa concejil en el emplazamiento de una antigua vivienda. El edificio consistorial cumpliría diversas funciones, desde sede del archivo de la villa hasta depósito para las armas de defensa.

Según recoge Oñate, “el concejo de Hernani siempre mostró gran celo en su conservación. Solo así se explica que después de tantos avatares ocurridos en Hernani (guerras, incendios, saqueos e incluso la voladura del ayuntamiento) se conserve uno de los archivos municipales más ricos de la provincia”.

En 1673 se acuerda la construcción de una nueva casa concejil. El edificio que constaba de seis arcos no estaba adosado a la iglesia parroquial como hasta ahora. La primera vez que se cerró la plaza principal fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando se construyó entre ambas edificaciones la casa vicarial.

No obstante, a raíz de la contienda de la segunda guerra carlista (1872-1876) y del sitio de Hernani, la casa consistorial fue derruida. Para Oñate, este es el capítulo de mayor importancia de la historia del consistorio.

Para ayudar en la guerra, el ayuntamiento fue convertido en “parque de artillería” y el 16 de septiembre de 1875, una granada lanzada por los carlistas desde la batería de Santiagomendi impactó en el almacén e inflamando la pólvora ocasionó la voladura del edificio.

Así las cosas, en 1885 se le encargó al arquitecto hernaniarra Joaquín Fernández Ayarragaray el proyecto y dirección de las obras de reconstrucción de la casa consistorial. Aprovechó el solar de la casa vicarial, también gravemente afectada, para construir un edificio de siete arcos que se unía con la iglesia parroquial. Así se consigue cerrar toda la línea de la plaza y colocar en el centro la puerta principal, el balcón de la presidencia, el reloj y el escudo de Hernani, dándole prácticamente el aspecto actual.