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El aire de Altza está libre de amianto, según certifican los últimos análisis

Tomasene acoge una charla del experto Eduardo Alzola sobre los riesgos derivados del material

El aire de Altza está libre de amianto, según certifican los últimos análisis

donostia - El aire del entorno del polideportivo de Altza no contiene restos de amianto. Los análisis llevados a cabo con las muestras de hace un mes en la zona han dado resultados negativos. Las tomas de aire fueron recogidas a finales de marzo y han sido estudiadas por el laboratorio International Asbestos Testing Laboratories (IATL) de New Jersey (EEUU), que ha certificado que en ninguna de ellas se han detectado restos de amianto, según las conclusiones remitidas al Ayuntamiento de Donostia.

En concreto, las tomas del aire fueron obtenidas en distintos lugares del entorno del polideportivo de Altza, ya derribado, como la zona de merendero cercana al caserío Tomasene, el parking del centro deportivo y el talud cercano a este estacionamiento. Asimismo, también se recogieron muestras de aire en las zonas correspondientes a las pistas del viejo polideportivo, el control de acceso al edificio y el punto donde se hallaban las calderas.

Con estos análisis suplementarios, el Ayuntamiento pretendía obtener todos los datos necesarios para proseguir con el proyecto de construcción del nuevo polideportivo, que quedó estancado precisamente por la detección de amianto en el subsuelo de los alrededores de la parcela que, antes del edificio de las piscinas, albergó una fábrica con productos de amianto.

Tanto el alcalde, Eneko Goia, como el concejal de Medio Ambiente, Alfonso Gurpegui, se comprometieron a informar sobre la situación y, en este marco, ayer tuvo lugar en Altza una conferencia sobre los riesgos que puede provocar el amianto en el ambiente así como sobre las pautas de actuación en estos casos. El encargado de impartir la conferencia, que se ofreció en el centro cultural Tomasene, fue el doctor en Ciencias Químicas de la UPV/EHU, Eduardo Alzola.

El experto explicó a los asistentes que el amianto no es soluble, ni migra a través del suelo ni de las aguas subterráneas. Asimismo, recalcó que esta materia, solo si se puede desmenuzar y se encuentra en la superficie, puede emitir fibras respirables que pueden resultar peligrosas para la población.

Precisamente por este motivo, tras los análisis del subsuelo, el Consistorio encargó nuevos análisis, en este caso del aire, que permitan descartar la existencia de más problemas.

Eduardo Alzola también recordó en su charla que entre 1906 y 2002, el Estado español importó más de dos millones de toneladas de amianto y que la mayor parte de los edificios construidos entre 1965 y 1984 contienen este material. Según la OMS, más de 100.000 personas mueren al año por este material.