Moneo expresa sus dudas sobre la pantalla luminosa del Kursaal
La propuesta barajada contempla la opción de proyectar imágenes en movimiento
donostia - El arquitecto Rafael Moneo, autor del edificio del Kursaal, ha expresado sus dudas sobre la propuesta de incorporar a la fachada oeste del palacio de congresos una pantalla de luces led en la que podrían proyectarse contenidos publicitarios vinculados con las actividades congresuales, artísticas o profesionales que se desarrollen en la instalación.
Según explicó el grupo municipal Irabazi de Donostia a este periódico, Moneo manifestó sus dudas sobre el proyecto de dar al Kursaal un uso continuado como pantalla luminosa en un e-mail que les remitió, después de Irabazi le informara de la propuesta que contempla también la posibilidad de proyectar imágenes en movimiento. En opinión del arquitecto, el proyecto debería de ser objeto de una discusión en profundidad para analizar todos los matices.
DOBLE PIEL El proyecto con el que trabajan los responsables del Kursaal plantea colocar una pantalla de 1.260 metros cuadrados en el interior de la “doble piel” de la fachada oeste, que mira al Urumea. Esta es una propuesta que cuenta con el apoyo del consejo de administración del Kursaal, en el que participan tanto el Ayuntamiento de Donostia como la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Desde el Kursaal se defiende la incorporación de la citada pantalla desde dos vertientes: la económica, asociada a “un incremento de la actividad corporativa”, y otra más social o ciudadana, ya que se facilitaría una mejor transmisión hacia el exterior de lo que “acontece en el interior”. Pero el grupo municipal de Irabazi ya expresó su postura contraria a transformar el Kursaal en el “Times Square de Gipuzkoa”, por lo que decidió ponerse en contacto con el artífice del edificio con el objeto de sondear su opinión que, sin ser diametralmente opuesta, sí deja en evidencia sus dudas.
La pantalla tendría unas dimensiones de 70 metros de ancho por 18 de alto, aunque no se descarta “abarcar toda la fachada oeste, rodeando incluso el restaurante Ni Neu hasta llegar al límite inferior del cristal”, según la propuesta del Kursaal. La dirección del palacio de congresos subraya que el proyecto cuenta con el “beneplácito” del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento donostiarra, aunque Irabazi no tiene claro si la iniciativa vulneraría la normativa que impide la publicidad en las fachadas de los edificios.
A este respecto el informe emitido por el área de Urbanismo señala en concreto que el uso de los espacios situados entre las dos láminas de cristal hace que “no se vea afectada” la estructura del edificio. Pero a su vez indica que no pueden ser utilizados “con fines publicitarios”, utilidad que el Kursaal afirma que no es la que se le da ya que siempre los posibles mensajes de marcas irán vinculados a la actividad del palacio de congresos.
Entre las utilidades que se podrían dar a esta pantalla de “dimensiones extraordinarias” se halla la de poder realizar el seguimiento de eventos de importancia en la ciudad, como pueden ser la Behobia-San Sebastián o la Bandera de La Concha, ya que la pantalla prevista permite proyectar también vídeos.
En todo caso, dice el Kursaal, se trabajaría para garantizar “un uso no excesivo” algo que consideran que en parte ya se logra por la imposibilidad técnica y económica de lograr suficiente contraste “cuando hay mucha luz solar”. Es precisamente este otro aspecto que preocupa a Irabazi, dado que considera que por la noche la potencia de la pantalla podría llegar a molestar a los vecinos que viven al otro lado del río.