Ocurre una vez cada dos años. El Ayuntamiento de Ordizia por mediación de la Fundación Víctor Mendizabal pone en marcha la convocatoria de la Beca de Investigación Víctor Mendizabal- Ordizia, una beca cuyo propósito es fomentar el hábito de la investigación en áreas como humanidades, ciencias sociales y ciencias naturales.

El trabajo de investigación será original e inédito. Las instancias podrán presentarse hasta el 28 de febrero, detallando en una Memoria-Síntesis del proyecto de investigación (máximo 20 folios) las directrices básicas del proyecto, la metodología y unidades analíticas, así como las fuentes e idioma en que se presentará el trabajo. La extensión del trabajo posterior será como mínimo de 100 páginas. Para poder conseguir la beca las labores de investigación se tendrán que centrar en cualquier aspecto que tenga como marco referencial Ordizia y sus gentes. La duración de la beca es de doce meses y la cuantía que se otorgará es de 7.000 euros.

El nombre del ordiziarra Víctor Mendizabal Gorostizu aparece a principios del siglo XX vinculado a proyectos impulsados por la Euskal Etxea de Argentina. Asumió, junto a Pedro Albaitero, tareas de gran responsabilidad, como la de buscar entidades religiosas que gestionaran las escuelas que deseaban fundar, tanto para chicos como para chicas. En 1905 firmaron con la congregación de Siervas de María de Anglet un contrato que llevaría a las monjas a dirigir un centro escolar para chicas en Llavallol, Argentina. El 1 de febrero de 1908, Pedro Albaitero y Mendizabal, remitieron al presidente de la Euskal Etxea de Buenos Aires, el señor Errecaborde, el contrato firmado con los capuchinos de Lekaroz, dejando en las manos de esta congregación la gestión de un colegio para chicos.

En el año 1943 nace la fundación que lleva su nombre, la Fundación Víctor Mendizabal. Uno de sus objetivos era premiar el estudio, por lo que decidió otorgar 200 pesetas a cada uno de los diez chicos de Ordizia que mejores notas escolares obtuvieran. Cedió la responsabilidad del Patronato, mediante escritura firmada ante Notario, al Ayuntamiento de Villafranca, actual Ordizia.

Mendizabal pretendía también promover el ahorro entre los jóvenes y estableció otro premio de 1.000 pesetas que otorgarían los propios premiados cada diez años a uno de ellos. Estos premios dejaron de darse al cabo de los años.

La Fundación fue asimismo el punto de partida de la Rondalla Laguntasuna y en dos ocasiones ha otorgado sendos premios literarios. El sustento económico de la entidad reside en unas acciones adquiridas en su día por Mendizabal a la compañía eléctrica de la época (actualmente Iberdrola). Las ganancias obtenidas a partir de las acciones, que no se pueden vender, son las utilizadas para otorgar los premios.

historia ordiziarra La ordiziarra Nerea Iraola, el urretxuarra Ion Ander Arcelus y el oñatiarra David Cano han sido los últimos en conseguir la beca. Hace dos años, en el año 2014, se hicieron con ella y han estado trabajando duro durante todo este tiempo. Aunque siguiendo las pautas establecidas el trabajo ya debería de estar entregado, el Ayuntamiento les ha concedido un alargamiento porque han padecido algunas dificultades para conseguir información imprescindible para el trabajo.

Ordiziako hiribildua eta Azoka, bostehun urte elkarrekin es el título del trabajo donde reúnen muchísima información sobre la importancia que tuvo la villa y la feria que todavía hoy en día se sigue celebrando. “La feria no solo era un espacio económico sino también un espacio de relaciones y convivencia entre baserritarras y comerciantes, nobles y villanos, un espacio de mezcla entre diferentes estamentos. Y todo esto se ha reflejado en la historia de la villa, que ha sido referente para el resto de pueblos”, comenta Iraola. Ordizia fue y todavía sigue siendo referencia, sin lugar a dudas.