Las bajas temperaturas no impidieron ayer que los niños que desfilaron en la Tamborrada Infantil lo hicieran con la misma ilusión y energía de siempre. El sol lució durante toda la mañana y los casi 5.000 escolares pudieron mostrar sus trajes de soldado, aguadora, cantinera o gastador y, por primera vez, los colegios Arantzazuko Ama ikastola, Erain-Eskibel y María Auxiliadora lucieron también los de cocinero.

Una "muy tranquila" María Soliño daba comienzo a su discurso como Bella Easo en el balcón del ayuntamiento. "Somos el futuro de nuestra ciudad que es plural y abierta al mundo, pero defendiendo su origen y cultura", apuntaba. Tras el discurso del General, Unai Sánchez, todos los cargos infantiles entonaron un bertso dirigido a los niños congregados abajo. A las 12.00 en punto dio comienzo la Tamborrada con la Marcha de SanSebastián dirigida por la Tambor Mayor, Oihane Bruña. Las 49 compañías infantiles salieron a desfilar por el centro de la ciudad en medio del público preparado para el frío.

térmicas y leotardos Muchas fueron las estrategias que usaron los padres y madres para combatir la baja temperatura que se registró en Donostia. La amatxo Edurne Arratibel explicaba que a su hijo de doce años le había puesto "dos térmicas nada más" y abajo, unos leotardos para aguantar el frío y las horas de espera. Este tiempo a las puertas del ayuntamiento hizo que algunos de los niños se impacientaran y terminaran colgando sus sombreros de soldado de los árboles. Otros estuvieron algo más entretenidos con el almuerzo, pero sin duda todos con muchas ganas de salir ya. Por ejemplo, para Aitana, Marta, Nahia e Itziar era el primer año que salían y, según sus palabras, tenían "muchísimas ganas" y estaban "muy nerviosas". Aunque reconocían tener "frío en los pies", lo consideraban "resistible". Participaban en Erain-Eskibel Ikastetxea de cantineras y aunque "estaban encantadas", alguna ya anunciaba que su próximo destino sería ser Tambor Mayor.

Para Iratxe Zelarain, abanderada de Herrera Ikastetxea, ya era su sexto año, pero este era algo especial porque "desfilar de abanderada es algo muy bonito", señalaba. Raúl Gómez, con siete años, participaba por primera vez en la Tamborrada. Este gastador de Ibai Ikastola destacaba que estaba "muy tranquilo" porque "para llevar el hacha nada más no hace falta ensayar".

Por su parte, Nora Arrese, de 11 años y aguadora de Herri Ametsa Ikastola, aseguraba que no tenía "nada de frío". Era su primer año como aguadora y lo hacía con "mucha ilusión", porque le gusta "más tocar el barril que salir de cantinera". Además, explicaba que solo había ensayado cinco días. "Como somos de las mayores ya nos sabíamos las canciones bien", explicaba. Finalmente, Maialen Etxeberria, de 12 años, advertía de que estaba "un poco nerviosa", ya que este año tenía la responsablidad de ser Tambor Mayor de Claret Ikastola. Además, reconocía sentirse "un poco protagonista porque vamos a ir con la carroza de Bella Easo que es de nuestro colegio". l