“Cuando una mujer maltratada viene a la asociación veo en ella mi pasado y espero que ella vea en mí que se puede salir de eso”

Un jurado compuesto por nueve personalidades del ámbito empresarial, cultural y social de Debabarrena ha decidido reconocer “su iniciativa y compromiso” con las mujeres víctimas de violencia de género concediéndole el premio Gure balioak 2016. ¿Se lo esperaba?

-¡Para nada!. Ha sido un sorpresón y estoy un poco descolocada y abrumada... pero muy contenta y agradecida.

¿Qué significa para usted?

Este premio es un regalo. Pero no solo para mí, para todas las amigas que acuden a las clases de Empalabramiento y para todas las mujeres que están en sus casas padeciendo malos tratos y que espero que se animen a romper con esa situación.

Es una de las fundadoras de la asociación Mujeres al Cuadrado, creada en Eibar en 2010 para atender, orientar y acompañar a mujeres maltratadas y víctimas de violencia de género. ¿Qué le llevó a implicarse en ese proyecto?

-Mi torpeza y los errores que cometí. Padecí malos tratos durante años y si denuncié la situación y rompí con ella fue porque vi que de seguir así me iba a matar. El último episodio de agresiones lo padecí estando embarazada de cinco meses y gracias a un ertzaina que empatizó conmigo me decidí a dar el paso. Tras superar esa realidad vi la necesidad de fundar la asociación Mujeres al Cuadrado porque si hubiera podido hablar con otras mujeres que habían pasado por lo mismo que yo cuando viví el matrato igual hubiera roto antes con aquella pesadilla.

¿Qué labor desarrollan en Mujeres al Cuadrado?

-Acompañar, asesorar y sobre todo, escuchar, a las mujeres víctimas de la violencia machista. Es muy importante que esas mujeres cuenten con un espacio en el que puedan ser atendidas por otras que han pasado por lo mismo y que pueden entender su realidad mucho mejor que quien no la ha vivido nunca.

¿Qué siente cuando se acerca a la asociación una mujer maltratada?

-Empatía porque veo en ellas mi pasado de sufrimiento, desquicie, soledad, angustia y miedo. Yo me veo en ellas y espero que ellas vean en mí que se le puede dar la vuelta a eso.

¿En qué se apoyó para iniciar una nueva vida tras los malos tratos?

-En mi familia y amigos pero también en la escuela de empoderamiento de Eibar, en aprobar las asignaturas que me quedaban pendientes para acabar la Licenciatura de Filología Hispánica y en la fuerza que me hacía falta para sacar adelante al hijo del que estaba embarazada. También me dio mucha fuerza para seguir adelante ver que el juzgado condenó a mi expareja y que él mismo reconoció los hechos.

¿Cómo puede contactar una mujer maltratada con su asociación?

-Llamando al número de teléfono 943 700 828 de la Casa de la Mujer Andretxea de Eibar y preguntando por la asociación Mujeres al Cuadrado. Si una mujer llama no tardamos en ponernos en contacto con ella.

¿Cuándo debe acudir una víctima de maltrato a la agrupación?

-En cuanto tenga claro que no merece vivir así y considere que no quiere tener miedo.

También dedica su tiempo, esfuerzo y conocimientos de forma altruista al proyecto de empoderamiento y alfabetización de mujeres denominado

-Sí. Empezamos en 2013 y actualmente asisten a las clases unas 100 mujeres. Les enseñamos a leer y a escribir en español pero desde una perspectiva de género, para que desarrollen las capacidades que les permitirán ser más autónomas e independientes. Aunque provengan de otras culturas y tengan unas cargas familiares muy importantes tratamos de demostrarles que ellas también pueden.

¿Cómo cree que vivirá la ceremonia para la entrega del premio Gure balioak del día 27 en Soraluze?

-¡Buff! Estarán mis padres, mi hermano, mi hijo, las chicas de las clases de empalabramiento, amigas y amigos... Creo que será muy emocionante.