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Los urinarios del parque Araba se convertirán en un café-bar

El Gobierno municipal aprobará la próxima semana ofrecer la concesión de su explotación

Los urinarios del parque Araba se convertirán en un café-bar

donostia - Los antiguos urinarios situados frente al parque Araba se convertirán próximamente en un café-bar. Esa es, al menos, la intención del Gobierno municipal, que la próxima semana aprobará ofrecer la concesión demanial para poder explotar el edificio como un café con terraza a su alrededor.

En realidad hace ya algunos meses que miembros del Gobierno municipal anunciaron que habían tenido una propuesta en ese sentido y que no les desagradaba en absoluto. Lo que agradó en concreto a Fomento de San Sebastián, que fue quien recibió la propuesta, era que con la puesta en marcha del establecimiento abierto con una terraza se podría facilitar que el Centro se acerque un poco más a Amara.

El empresario que presentó su propuesta en abril planteaba crear un café que esté abierto desde la mañana para poder ofrecer desayunos y que, gracias a una cubierta, pueda mantener sus mesas y sillas exteriores, repartidas entre el arbolado, también durante el invierno.

La apertura del establecimiento permitiría, además, volver a poner en funcionamiento los baños públicos, que además de a los clientes, estarían también abiertos al resto de donostiarras que pasaran por la zona.

La pequeña construcción del parque Araba lleva años en desuso y abandonada y los amaratarras llevan años pidiendo que se les busque una salida y reclamando, también, que se reabran los baños. En el año 2011 jóvenes amaratarras ocuparon “de manera simbólica” el edificio precisamente el 28 de diciembre, día de los inocentes, y colocaron varios carteles en los que reclamaban la creación de un gaztetxe. Reivindicaban que no contaban con espacios autogestionados y que los baños eran un reflejo “de la dejadez del barrio”. Por eso se dedicaron a arreglar y limpiar el entorno del edificio.

Los baños públicos también han sido lugar de botellón durante muchos fines de semana y la oscuridad de la zona hace que muchos viandantes la eviten al pasar por allí y crucen la acera. Con la transformación en una cafetería y terraza, también se solucionarían esos problemas y se ganaría en seguridad.