donostia - El relleno del paso subterráneo de Carlos I, que será finalmente anulado y no acogerá un estacionamiento para bicicletas, comenzará el próximo mes de septiembre. Este es el calendario que maneja el Ayuntamiento de Donostia, que prevé que la totalidad de la actuación esté finalizada en un plazo de cinco semanas desde su arranque.
El concejal de Espacio Público, Alfonso Gurpegui, anunció ayer que los trabajos han sido encargados a la empresa Landa e Imaz y tienen un presupuesto que sobrepasa los 108.700 euros. La adjudicación se ha llevado a cabo por el procedimiento negociado sin publicidad, para lo cual el Ayuntamiento ha recabado presupuestos a cuatro empresas del sector.
Gurpegui recordó que, tras la remodelación de la avenida de Carlos I, que cuenta ahora con pasos de peatones sobre la calzada, la utilización del pasadizo peatonal subterráneo ha entrado en desuso. “Son muy pocas las personas que lo utilizan ahora dada la comodidad de cruzar el vial en superficie”, dijo el corporativo, que defendió su anulación porque “supone, además, atajar uno de los puntos críticos desde el punto de vista de la seguridad para las mujeres, como había solicitado reiteradamente el vecindario”.
Durante la pasada legislatura, el Gobierno municipal de Bildu abogó por construir un aparcamiento para bicis en el actual subterráneo, similar al que funciona en la estación del Topo. La propuesta consistía en que solo los usuarios del abono de transporte pudiesen abrir y cerrar el estacionamiento con lo que, al menos en teoría, el espacio no sería un punto peligroso.
Sin embargo, otros sectores del Ayuntamiento no veían con buenos ojos esta opción y ya con el nuevo gobierno municipal PNV-PSE, la concejalía de Participación Ciudadana llevó a cabo un sondeo en la zona, que dio como resultado que un 65% de los participantes preferían la eliminación del pasadizo.
encuesta La encuesta se llevó a cabo a finales de noviembre. El Ayuntamiento remitió 15.000 folletos a los domicilios situados entre la avenida de Madrid y el paseo de Errondo con el fin de que sus moradores expresaran si prefería crear el estacionamiento de bicicletas previsto o clausurar el paso subterráneo. Finalmente, el Consistorio recibió 2.883 opiniones. De ellas, 1.889 votos optaron por cerrar el pasadizo mientras que 939 se pronunciaron a favor de habilitar un aparcamiento para bicicletas en su interior.
A juicio de Gurpegui, la supresión del pasadizo de Carlos I “mejorará notablemente la urbanización del entorno ya que desaparecerán las rampas y escaleras de acceso al mismo, que, especialmente en el lado de los pares, limitan mucho el espacio peatonal”. Asimismo, el corporativo añadió que la obra supondrá el nacimiento de nuevas aceras y plazas de aparcamiento, incluso para bicicletas en superficie.