donostia - El Consistorio donostiarra estudia derribar la presa de Artikutza. El embalse no abastece hogares desde 1992 y la presa está en desuso: en la actualidad las compuertas no funcionan y hay problemas en los sistemas de seguridad. Acondicionarla supondría una inversión de casi dos millones de euros y, antes de abordarla, el Gobierno municipal ha decidido estudiar la posibilidad de eliminarla. Para eso, ha encargado estudios para conocer el impacto ecológico que tendría su desaparición en los hábitats del entorno, sus consecuencias hidrográficas en la cuenca del Añarbe y, también, su coste y los métodos posibles para derribarla.
El concejal de Medio Ambiente, Alfonso Gurpegui, incidió en que eliminar la presa supondría volver al estado natural de la zona y consideró que podría beneficiar al ecosistema fluvial. Recordó que estudios hídricos constatan el impacto que tienen en su entorno este tipo de infraestructuras en desuso. Por eso, la legislatura anterior el Consistorio ya eliminó alguno de los viejos canales y siete pequeñas presas de Artikutza, lo que mejoró el estado de la fauna y flora del lugar.
Al igual que en Artikutza, también en otras localidades guipuzcoanas se han eliminado pequeñas presas, pero hasta el momento ni en Gipuzkoa ni en el Estado se ha abordado la supresión de un muro de cierta envergadura como el de Enobieta, aunque sí es una actuación más común en ciertos países europeos y en Estados Unidos.
Antes de abordar esta actuación, de todos modos, el Consistorio, propietario de la finca, ha contactado ya con el Gobierno de Navarra (la parcela está en suelo navarro), la Confederación Hidrográfica y Aguas del Añarbe, ya que su desaparición tendría consecuencias aguas abajo, y deberá consensuar una decisión con ellos.
Artikutza forma parte de la Red Natura 2000 y es Zona de Especial Conservación (ZEC). El plan de gestión aprobado para la finca está orientado a fomentar y proteger la biodiversidad de la parcela.