donostia - El concejal de Playas, Miguel Ángel Díez, manifestó ayer que el Ayuntamiento ha solicitado permiso a Costas con el fin de retirar de nuevo piedras en la orilla de Ondarreta, que han vuelto a hacer acto de presencia en el arenal más occidental de Donostia, como se podía comprobar ayer.
Aunque los fragmentos pétreos empezaron a aflorar hace unas semanas de modo leve, ayer alfombraban con intensidad la orilla de Ondarreta durante la marea baja. La intención del Gobierno municipal es retirar parte del manto pedregoso como única fórmula para hacer más cómodo el acceso al baño. Sin embargo, tal y como señaló Díez, el Ayuntamiento necesita contar con el preceptivo permiso de Costas para iniciar los trabajos de recogida de guijarros. Para ello, ha remitido al Ministerio de Medio Ambiente un estudio de la Universidad de Valencia, según añadió, que justifica la necesidad de retirar al menos una parte de las piedras.
Como se recordará, el Ayuntamiento y las piedras de Ondarreta llevan una pelea de años, que no termina de tener solución. Mientras el instituto Azti ha sostenido que las piedras eran naturales y el sustrato necesario para la playa, especialistas de Aranzadi han defendido lo contrario, es decir, que la mayor parte del manto pedregoso procedía de los cascotes de edificios derruidos que ocuparon la playa de Ondarreta en el pasado, como la desaparecida cárcel.
Aunque en un principio el Consistorio se inclinó por no retirar los guijarros, como aconsejaba Azti, con posterioridad empezó tomar en consideración la opinión de Aranzadi. Ya bajo el mandato de Juan Karlos Izagirre, en 2013, se llevaron a cabo algunas retiradas de piedras, en concreto 230 toneladas de material pétreo se eliminaron a máquina y otras 70, a mano.
El pasado año, el Gobierno municipal también ordenó retirar piedras en julio y el agosto, lo que no impidió que en septiembre volviesen a salir a la superficie de la arena.
Desde 2013, unas cámaras instaladas en Igeldo por Azti-Tecnalia analizan los movimientos de las mareas para estudiar el motivo de la aparición de las piedras. En marzo del pasado año, el Ayuntamiento aprobó una modificación en los acuerdos, que incluyó el pago de un total de 87.120 euros a finales de 2016 por el trabajo realizado con las cámaras.