donostia - La reconstrucción del colegio Marianistas, ahora enmarcado en el centro educativo Summa Aldapeta, así como la construcción de 47 nuevas viviendas en la zona actualmente ocupada por el patio, transformará la zona de Aldapeta, un entorno pegado al alto de San Bartolomé, también enmarcado en un proceso de transformación urbana con la creación de una nueva zona residencial y un hotel, que ocupará el espacio del convento.
El derribo del actual colegio y su posterior reconstrucción, que comenzará en junio y durará 26 meses según las previsiones, obligará a trasladar a los alumnos de bachiller a Villa Asunción, situada en el Alto de Miracruz, durante dos cursos. El resto de los estudiantes de Summa se concentrarán en la zona de Villa Belén hasta que finalicen las obras del nuevo colegio, que tendrá ocho plantas y una iglesia, según el diseño del arquitecto Antonio Loren.
El director del centro escolar, Javier Cortés Soriano, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y el director gerente de la promotora Amenábar, Pedro Marco de la Peña, explicaron ayer los detalles de la operación, que afectará al colegio más grande de Gipuzkoa, con más de 2.000 alumnos, y uno de los más antiguos de la ciudad, ya que funciona desde hace 129 años. Cortés Soriano se mostró esperanzado en que las obras consigan “un centro de referencia del siglo XXI”.
Una primera parte de la transformación del complejo Summa Aldapeta ya se produjo hace cuatro años, con la puesta en marcha del nuevo edificio que sustituyó al colegio San Bartolomé, y que está dedicado al alumnado de educación infantil.
La inversión para reconstruir Marianistas ascenderá a quince millones de euros. El nuevo edificio no solo acogerá a los alumnos de primaria, secundaria y bachillerato, sino que también tendrá otras instalaciones como un polideportivo cubierto con canchas de baloncesto, fútbol sala, balonmano y voleibol, un campo de fútbol 7 de hierba artificial y un gimnasio.
Además, el nuevo Summa Aldapeta contará con un comedor de 280 metros cuadrados, un salón social con cafetería, 62 aulas para alumnos, dos bibliotecas, un salón de actos, salas de reuniones y espacios para profesores. Completarán la oferta del centro un invernadero para cultivos, un aula de gastronomía, salas de música y de psicomotricidad, talleres, laboratorios de ciencia y aulas de dibujo.
La historia del centro escolar arrancó en 1887, cuando puso la primera piedra del colegio de los Marianistas en Donostia. Estaba ubicado en el número 5 de la calle de la Marina, haciendo esquina con la calle San Martín. Pocos años después, en 1891, se ubicó en los terrenos del caserío Beloca, en lo alto de la cuesta de Aldapeta. El pabellón Santiago (el patio de en medio) se quemó en 1949 y fue reconstruido en 1950. Diez años después, se remodeló el interior de la capilla y de la fachada del edificio.
En 1977 se construyó el pabellón Beloka, en 1984 el polideportivo y en la década de los 90 se modificó el interior de la iglesia, sacando las nuevas aulas de infantil y reduciendo la altura.