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Aizaleku: 50 años de una cruz a prueba de huracanes

Se inauguró el 5 de junio de 1966 y han organizado una fiesta de aniversario para este domingo

Aizaleku: 50 años de una cruz a prueba de huracanes

legazpi - La cruz de Aizaleku, monte compartido por Legazpi y Gabiria, cumple este domingo 50 años. Una cruz que ha soportado medio siglo en un lugar tan expuesto a las inclemencias del tiempo y está tan brillante como el primer día merece, sin duda, una fiesta.

Los legazpiarras y gabiriarras se reunirán a las 10.30 en Aztiria y de allí se dirigirán a Aizaleku. A las 11.00 se oficiará una misa y a las 11.45 actuarán varios bertsolaris y dantzaris de los dos pueblos. Finalmente, todos los presentes disfrutarán de un lunch.

La cruz de Aizaleku data de 1966. Antes, hubo una torreta cónica levantada por los novicios pasionistas de Gabiria. Los pasionistas se fueron a Euba y su torre, levantada con piedras de los alrededores y sin ayuda de la masa, se derrumbó.

Pedro Gabiria (el hombre que nos ha proporcionado toda esta información) le propuso a Angel Belda, presidente de Oargui, fabricar una cruz en calderería como la del monte Hernio. Esta, a su vez, es una réplica de la del monte Korosti de Legazpi.

Gabiria y Belda eran caldereros de profesión y trabajaban en la empresa de Patricio Etxeberria. “No sin pocas trabas” y con la intervención del cura Jesús San Sebastián, consiguieron que su patrón les diera el visto bueno.

Los dos montañeros y caldereros se pusieron manos a la obra, fuera del horario laboral. Contaron con la colaboración de José Iñurritegi y José Antonio Aizpeolea. Iñurritegi y Gabiria habían intervenido en la construcción de la cruz de Hernio, en 1952.

Para llevar las piedras y adecentar la cumbre contaron con la ayuda de muchos más legazpiarras, como Juan José Deba, Antonio Azurmendi, su padre Juan Mari y Segundo Santesteban. El armazón para el encofraje lo hizo Baldomero Urmeneta y Ramona Arriola, del caserío Legorburu, les preparaba comida para que repusiesen fuerzas.

El día de la inauguración, se ofició una misa y actuaron los bertsolaris locales Iñaki Azarola y Bittor Agirre. Ya en Aztiria, actuaron los dantzaris del grupo Itxaropena.

La cruz de Aizaleku tiene un grosor de dos milímetros, es inoxidable y tiene un 18% de cromo, un 10% de níquel y un 2,2% de molibdeno. Gracias a este último material, la cruz brilla como si fuera de plata.

Por cierto, mucha gente conoce a este monte como Haizeleku (lugar ventoso), pero aunque sí es un lugar en el que el viento sopla fuerte, su verdadero nombre es Aizaleku y no se sabe lo que significa. Según recogió el legazpiarra José Luis Ugarte, en la primera referencia escrita aparece como Ayçaracue y a partir del siglo XVIII se le ha llamado Aizaleku.