donostia - Representantes de la Asociación de Defensa del Patrimonio solicitaron ayer al Ayuntamiento que no autorice el derribo del edificio de Miracruz 19, tal y como está contemplado, por considerarlo un elemento de gran interés.
Los defensores del inmueble, cuyo derribo está previsto para dar cabida a otra edificación moderna de pisos, sugirieron al alcalde, Eneko Goia, y al concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, varias alternativas con el fin de evitar el derribo, según señalaron en una comparencia pública. Entre ellas, la de permitir una “reconstrucción filológica”, es decir, una copia del inmueble, aunque manteniendo la actual esquina, el elemento más original y característico de esta construcción, que data de 1888 y es obra de Adolfo Morales de los Ríos, el mismo arquitecto autor de la actual casa consistorial (antiguo casino de la ciudad) y otros edificios relevantes como el Banco de España de Madrid, en la plaza de Cibeles.
Rafael García Velilla y Josean Arrieta, en representación de los defensores del edificio de Gros, anunciaron que en breve comenzará una campaña en los comercios del barrio con el fin de evitar que el viejo inmueble desaparezca. Repartirán carteles contrarios a la actuación por distintos establecimientos y solicitan los vecinos que cuelguen de sus balcones banderas o carteles para mostrar su oposición a la desaparición del edificio.
Asimismo, recordaron que se han recogido más de 5.000 firmas en la plataforma de Internet change.org. “Teniendo en cuenta la cantidad de gente de más de 60 años que hay en esta ciudad, muchos de los cuales no usarán Internet, creemos que el rechazo al derribo de Miracruz 19 cuenta con una mayoría aplastante en la ciudad”, señaló Arrieta.
Por su parte, Goia y Ramos reiteraron a los defensores del inmueble que, con la actual normativa, sería muy gravoso para el Ayuntamiento prohibir un derribo que no entra en contradicción con la ordenanzas municipales, ya que el edificio no se encuentra protegido dentro del Plan Especial del Patrimonio Urbano Construido (Peppuc). Si se protegiera ahora, los propietarios podrían solicitar indemnizaciones al Consistorio, como ha sucedido en otros casos.
Por otra parte, los representantes de la Asociación de Defensa del Patrimonio criticaron también el anunciado derribo de una villa de Ondarreta que, en su opinión, también debería haber quedado protegida en el Peppuc, como otras de la zona.