Muelle. El puerto donostiarra cuenta con dos dársenas separadas por el muelle central: la más cercana a La Concha es de uso deportivo y la más cercana a Urgull, de uso pesquero. Es esa segunda la que se está reorganizando.Pesqueros. En la actualidad en Donostia continúan faenando cuatro pesqueros: Zeruko Lainoa Segundo, Antiguotarrak, Satanás Bi y Berriz Isturiz. Los cuatro mantendrán su espacio tras la reorganización de la lámina de agua y habrá lugar para un quinto barco de dimensiones similares.
Txipironeras. Según los datos del Gobierno Vasco, hay 26 txipironeras de arrantzales jubilados que, hasta ahora, se amarraban junto al muelle central, en fila. El Ejecutivo vasco constata, en cambio, que algunas de ellas no son utilizadas por arrantzales. Con la reordenación se crearán plazas para 22.
Cortesía. Se crearán catorce amarres de cortesía para embarcaciones de recreo que estén de paso en la ciudad, que hasta ahora no podían detenerse en Donostia porque los 375 amarres deportivos están completos y los fondeos que se instalan en la bahía en verano, también.
Obras. Las obras fueron adjudicadas a Astilleros Amilibia Un-tziolak a final de año y concluirán, según las previsiones, a principios de marzo.
Los cuatro pesqueros que continúan trabajando en el puerto de Donostia compartirán espacio, además de con las txipironeras de arrantzales jubilados, con las embarcaciones de recreo que estén de paso en la ciudad. Las obras para reorganizar la lámina de agua del puerto más próxima a Urgull ya pueden apreciarse y concluirán en las próximas semanas con la colocación de nuevos pantalanes.
El objetivo del Gobierno Vasco, responsable del muelle, es aprovechar mejor el espacio disponible en Donostia como consecuencia de la progresiva desaparición de pesqueros profesionales y permitir así el amarre temporal de embarcaciones de paso que en estos momentos no pueden atracar, ya que los amarres deportivos del puerto están llenos y los fondeos que se crean en verano en las aguas de la bahía, también. Con estas obras se crearán catorce amarres de cortesía y el acceso a ellos será diferente al de las embarcaciones pesqueras.
Los operarios de Astilleros Amilibia Untziolak trabajan estos días en la colocación de los pantalanes que reorganizarán el espacio. Instalarán cuatro ramales: uno para las catorce embarcaciones de paso y los otros tres para los arrantzales de la cofradía. Los navegantes que visiten Donostia accederán a sus embarcaciones desde el muelle central (el que separa la dársena pesquera de la deportiva) y se situarán en la zona más alejada de la lonja, para permitir el atraque de barcos que necesiten calados de hasta cuatro metros. Los pantalanes que ya están colocando para ellos les permitirán acceder a amarres para embarcaciones de más de diez metros de eslora (dos plazas permitirán atracar barcos de hasta catorce metros). Habrá primero una pasarela de 16 metros de largo que llegará hasta el pantalán de 28 metros y hasta otro de 12 metros más que se colocará al final en perpendicular.
Pesqueros y txipironeras
Los atraques para los arrantzales se ubicarán en la esquina entre el muelle central y el de la lonja (se accederá por el de la lonja). Los tres ramales que se colocarán para ellos formarán una especie de U: el central servirá para conectar los dos laterales. En el lado exterior del más cercano a Urgull amarrarán los cuatro pesqueros y habrá espacio para uno más mientras que en el espacio interior de la citada U se ubicarán 22 txipironeras u otras embarcaciones deportivas de los arrantzales jubilados.
Según la información del Gobierno Vasco, en la actualidad existen 26 txipironeras en el puerto, aunque algunas no son utilizadas por los arran-tzales, de ahí que el Departamento de Medio Ambiente y Ordenación Territorial haya decidido acondicionar espacio para 22.
Todas estas nuevas estructuras de atraque contarán con servicios de abastecimiento de agua potable y energía eléctrica y la obra para reorganizar la lámina de agua y colocar estos pantalanes tendrá un coste de 343.000 euros. Una vez completada, la gestión de los amarres de cortesía correrá a cargo de Euskadiko Kirol Portuak, que se encarga también de los 375 amarres deportivos ubicados al otro lado del muelle central.
La Cofradía
Además de las obras para reorganizar la lámina de agua, el Gobierno Vasco está reformando también la que era la sede de la Cofradía de Pescadores de Donostia, situada en el número 23 del paseo del Muelle y junto al Museo Naval. La rehabilitación del edificio, que está ejecutando la empresa Lurgoien, costará casi 800.000 euros y debería estar completada a principios de verano. Una vez reformado, en el inmueble de tres plantas se ubicarán las instalaciones del servicio de puertos de Gipuzkoa y de Euskadiko Kirol Portuak (EKP).
En realidad la rehabilitación consiste en una reconstrucción del edificio, que ha sido derribado por dentro y que mantendrá su fachada original, bastante característica y con un mirador. El inmueble fue construido en la segunda mitad de los años 20 y antes de empezar las obras tuvieron que recubrirlo con una malla para evitar la caída de cascotes dado su delicado estado de conservación. La cofradía Nuestra Señora del Carmen ejercía en él sus labores administrativas hasta finales de 2012, cuando se vio obligada a abandonarlo y a dejar de gestionar las descargas de los pesqueros donostiarras que, desde entonces, deben llevar sus capturas a la lonja de Pasaia.