urretxu - El urretxuarra Markel López tiene 15 años. Nació con epidermólisis bullosa, una enfermedad genética conocida como piel de mariposa, y su piel es extremadamente frágil. Pero bajo esa corteza tan débil bulle un coraje fuera de lo común, que le ayuda a superar todas las limitaciones que le plantea su enfermedad y ganarse la admiración de los que le conocen. A lo largo de su vida los urretxuarras le han mostrado su cariño en infinidad de ocasiones y este sábado volverán a hacerlo: el frontón acogerá una exhibición de perros adiestrados y el gaztetxe, una fiesta electro-techno.
La exhibición canina comenzará a las 13.00 y la fiesta a las 17.00 horas. Participarán algunos de los DJ más reputados de los alrededores: David Meiser, The Outlier, Iñigo Txanpaña, Gordon, Unaikox, Barajas, Kanuto, Manu 16V, Axular, Jon Maraka y Jondi. Estos dos últimos, junto con Karol Maraka, son los organizadores de la fiesta.
Jon Maraka (Jon Abaigar) lleva tiempo ayudando a Markel y su familia. Enseña a pinchar música al joven de Urretxu y cuando supo que la sanidad pública no cubría todas las necesidades del chaval, decidió ponerse manos a la obra. Así, ha conseguido que la empresa para la que trabaja (Irizar) done una furgoneta a la familia. Necesitaban este vehículo, pues Markel no puede montar con su silla de ruedas eléctrica en los aviones ni en los trenes y tiene que ir a Barcelona a operarse. El dinero que se recaude en la fiesta se donará a la familia para sus múltiples gastos: operaciones, viajes, silla nueva...
Markel se muestra muy agradecido. Le ha tocado conceder entrevistas desde muy pequeño y hoy en día se encarga él mismo de llevar su agenda. El lunes lo tenía libre, pues no tenía clase y sus amigos se habían ido a los carnavales de Tolosa. “Yo no he ido porque en esos sitios es un rollo andar con la silla”, dijo.
Está estudiando 3º de ESO en el instituto Joxe Mari Iparragirre y ya ha empezado a pensar en el futuro. “Junto con mi madre, estoy pensando qué estudios hacer. Tengo que escoger un oficio que me guste y que pueda desarrollar”.
En el tiempo libre le gusta ver partidos de fútbol y andar con el ordenador. Es del Barcelona y su jugador favorito es Iniesta, quizá porque deja atrás a los rivales con la misma clase con la que él supera los retos que le plantea su enfermedad.
A finales de febrero tiene que ir a Barcelona a que le vuelvan a separar los dedos y se muestra muy agradecido a todos los que han hecho posible que pueda llevar su sila de ruedas eléctrica. “Hasta ahora teníamos que ir con la silla manual y mi madre tenía que empujarme. La última vez volvió lesionada”.
Le da rabia depender de los demás. “Un montón de cosas no puedo hacerlas yo solo y tienen que ayudarme mi madre o mi hermano. Además, tengo que ir muy a menudo al médico”.
Pero lo bueno supera por mucho a lo malo: tiene el apoyo de sus familiares y amigos y un coraje a prueba de bombas. Está deseando que llegue el sábado para disfrutar de la fiesta que han organizado en su honor y confía en que su nuevo perro, Izar, aprenda pronto a abrirle las puertas y los cajones, encender la luz y llevarle las cosas. Seguro que Izar no tardará en sumarse a la causa.