Ala plantilla que ganó la primera Copa de Europa para el Fútbol Club Barcelona se le denominó Dream Team. La Denominación de Origen Idiazabal también tiene su Dream Team, pero lo renueva anualmente. Todos los elaboradores hacen un gran trabajo y son merecedores de entrar en este selecto grupo, pero el entrenador José Mari Ustarroz ha dado con una fórmula justa para realizar la selección: el grupo de los elegidos lo forman aquellos que consiguen premios en certámenes internacionales. Ayer tuvo lugar el acto de reconocimientos a estos queseros, en el marco de la feria extraordinaria de Navidad de Ordizia.
En el concurso de quesos artesanos Lactium de Vic premiaron a Ricardo Remiro y Angel Linzoain, en el Gourmet Quesos a Mausitxa, Ipiñaburu y La Leze, en Roma a Azkarra y Aizpea y en el concurso de quesos artesanos del Pirineo de Seu D’Urgell a La Leze.
Además, el ordiziarra Joseba Insausti se llevó los premios al mejor queso y al mejor queso de oveja en el concurso Alimentos de España. Y el queso del zeraindarra Francisco Jabier Muñoa entró en la lista de los 50 mejores alimentos del mundo.
Por si todo eso fuera poco, 22 elaboradores de queso Idiazabal obtuvieron 31 medallas en el concurso más prestigioso: el World Cheese Awards. Las queserías premiadas son las siguientes: Andoni Padilla, Balda, Artola y otros, Baztarrika, Buruaga, Enzia, Félix Etxezarreta, Itxaso Barrenetxea, J. Aranburu Elkartea, José Manuel Etxeberria, Larte Armuño, La Leze, Manuel Bengotxea, Mausitxa, Pagobieta, Patxi López Uralde, Pedro Zuazarregi, Quesos La Vasco Navarra, Ricardo Remiro, Araña Etayo, Kortaria, Troskaeta y Zabaleta.
J. Aranburu Elkartea de Idiazabal fue la única que obtuvo el máximo galardón: la medalla Super Oro. “No tenemos una fórmula secreta. El queso varía según diversos factores, como el tiempo, y a unos jurados les gusta un tipo de queso y a otros, otro. Nosotros tenemos que cuidar la limpieza y la buena alimentación de las ovejas”, comentó Juanjo Aranburu.
Calor y poca lluvia El tiempo fue, precisamente, el tema de conversación estrella de la feria de ayer. No es habitual que en el mercado de Navidad haga tanto calor y está claro que el calor y la sequía pueden acabar afectando a los quesos y a los productos de la huerta. “Este tiempo es bueno para el queso. No hace mucho frío ni mucho calor y los prados de Goierri todavía están verdes. Los manantiales están secos, pero la hierba conserva humedad. Creo que va a salir buen queso. Cuando llueve mucho, la hierba se ensucia con las patas de las ovejas”, dijo Aranburu.
La baserritarra Juanita Murgiondo se mostraba más contrariada. “Para pasear hace muy buen tiempo, pero para la huerta no. Necesitamos que llueva para que se limpie la tierra. Y si seguimos así, no vamos a tener con qué regar la huerta. En cada época del año debe hacer lo que toca. No recuerdo un otoño y un invierno tan cálidos y secos como estos”, concluyó.