Ni Milán, ni París, ni Montecarlo. Ni Rania de Jordania, ni Nati Abascal, ni George Clooney, ni Jon Kortajarena. Ayer, el lugar más glamouroso del mundo fue Ormaiztegi y los más elegantes los vecinos de este pueblo de Goierri.

En Ormaiztegi, al igual que en otros pueblos, celebran todos los años el Día del Elegante. Pero esta fiesta ha entrado en otra dimensión desde que el museo Zumalakarregi se sumó al acto organizando el Encuentro de Elegantes del siglo XIX.

Así, ayer todo fue elegante en Ormaiztegi: la cafetería Antziñe ofreció un desayuno elegante, los bares de la localidad participaron en un concurso de pintxos elegantes, se pusieron decorados elegantes para que los vecinos pudieran fotografiarse en ellos, jugaron a juegos del siglo XIX, bailaron el vals y el ragtime...

Por la mañana se sirvieron desayunos elegantes en la cafetería An-tziñe. Los vecinos pudieron desayunar tal y como lo hacían en el siglo XIX. Al mediodía tuvo lugar un mitin sufragista delante del ayuntamiento. Este acto a favor del derecho al voto de las mujeres lo representó la asociación Anacrónicos Recreaciones Históricas.

Era una de las novedades del programa de este año y el evento tuvo un gran éxito, pues fueron muchos los vecinos que se acercaron al ayuntamiento para homenajear a aquellas mujeres que lucharon a favor del derecho al voto de las de su género.

Para recuperar las fuerzas que gastaron aplaudiendo a la oradora, contaron con el apoyo de los bares. No en vano, de 12.00 a 14.00 horas pudieron degustar las creaciones presentadas al concurso de pintxos elegantes. En este certamen participaron los bares Arana, Arantxa, Uxoa, Txistu y Zipotz y el hogar del jubilado. El ingrediente principal de los pintxos fue la manzana.

Entre aquellos que degustaron los pintxos y dieron su voto, sortearán una cena para dos personas en el restaurante Kuko. El nombre del agraciado y del ganador del concurso de pintxos se darán a conocer el martes.

Tras la degustación de pintxos, tuvo lugar la comida popular. Después, hubo una sesión de bingo. Finalmente, tuvo lugar la exhibición de baile elegante en el pórtico de la iglesia. Además, sirvieron chocolate, bolado y lenguas de gato.

La coordinadora del museo Zumalakarregi, Lurdes Azpiazu, se mostraba encantada. “Comenzamos a organizar el Encuentro de Elegantes hace dos años y en solo tres ediciones ha cogido mucha fuerza. Este año, por ejemplo, hemos notado que se han vestido muchos jóvenes de unos 14 años”.

La razón por la que el museo invitó a los vecinos a vestirse tal y como lo hacían en el siglo XIX es que el propio museo está centrado en mostrar cómo fue aquel siglo. No en vano, en Ormaiztegi se vivió toda una revolución durante aquellos años: se construyó un balneario que atrajo a la gente pudiente de las ciudades. Estos trajeron la modernidad a la localidad. Además, su famoso puente, la empresa de autobuses Irizar y los vecinos más ilustres (los hermanos Zumalakarregi), también son del siglo XIX.

Con la celebración del Encuentro de Elegantes el museo pretende, precisamente, recrear el ambiente que se vivía en el balneario. “El edificio lo tiraron hace solo unos 30 años, pero mucha gente no sabía que hubo un balneario y que tuvo un papel muy importante en la historia del pueblo”.

Comerciantes elegantes También quiso agradecer la implicación de los vecinos. “Cada vez participa más gente y este año me ha llamado la atención la implicación de los comerciantes. Han decorado sus escaparates y en la peluquería, en la carnicería, en el estanco, en la farmacia... se han vestido tal y como lo hacían los clientes del balneario”.

Con eso está todo dicho: en Milán y en París podrán presumir de tener grandes boutiques y pasarelas de moda y en Mónaco de haber tenido a Grace Kelly como princesa, pero seguro que sus peluqueros, carniceros, estanqueros, farmacéuticos... no son tan elegantes como los de Ormaiztegi. Se iba a quedar Grace Kelly en Mónaco si llega a conocer Ormaiztegi...