donostia - La sociedad municipal Polloe SA estudia en la actualidad crear un Jardín de las Cenizas para hacer frente a la creciente demanda de lugares para esparcir los restos de los difuntos. La posibilidad fue expuesta ayer en un consejo de la sociedad, en el que la dirección propuso ubicar este espacio en una zona central del cementerio de Polloe, cerca de donde se ubican las denominadas fosas comunes.

Desde hace unos años, la cremación de los fallecidos se utiliza en algo más de la mitad del total de fallecimientos registrados en Donostia, por lo que la funeraria municipal cree que debe dar respuesta a esta realidad.

En la actualidad, el cementerio de Polloe ya cuenta con nichos en los que depositar urnas pero la realidad es que muchas familias optan por arrojar las cenizas de los familiares en puntos de la naturaleza que eran del agrado de los fallecidos. Esta práctica, aunque más cómoda y totalmente gratuita, está desaconsejada ya que las cenizas son contaminantes. A pesar de ello, no es extraño encontrar familias tirando los restos de algún pariente en el Paseo Nuevo, el muelle o Urgull, entre otros puntos de la ciudad.

Los montes de Gipuzkoa más frecuentados, como Ernio, Jaizkibel o Peñas de Aia, no solo son cita de familias para esparcir las cenizas de sus difuntos, sino también escenario de multitud de losas, cruces y otros recuerdos, que algunos ayuntamientos han optado por retirar ante su profusión.

En Donostia, desde hace dos años, la catedral del Buen Pastor acoge un columbario específico para las urnas funerarias, en el que los interesados pueden guardar por determinados periodos de tiempo los restos de la incineración de sus familiares, a precios asequibles.

Por otra parte, el consejo de la sociedad municipal Polloe SA analizó también ayer la puesta en valor del cementerio como un nuevo punto de atracción turística, una idea que ha sido estudiada por las anteriores corporaciones pero que no ha llegado a fructificar.

En concreto, la idea consiste en aprovechar la creación de una página web para informar de cuestiones relacionadas con este cementerio, obra de José de Goikoa, entre 1876 y 1878. El camposanto donostiarra surgió por la necesidad de una correcta higiene pública y sustituyó a los tres cementerios anteriores que existían en San Bartolomé, San Martin y San Sebastián, en El Antiguo. Está adscrito al estilo romántico y neomedievalista y contiene numerosas capillas de estilo neoclásico.

Además de sus características estéticas, la web incluiría personajes famosos en él enterrados y otros datos curiosos.