El PNV pide que el Pleno rechace vender el edificio de la plaza Lasala
Llevará una iniciativa para que la Corporación se posicione contra del plan de Izagirre
donostia - El PNV llevará al Pleno ordinario de noviembre una iniciativa para que quede claro que todos los grupos de la oposición rechazan la venta del edificio municipal de la plaza de Lasala, como proyecta el alcalde, Juan Karlos Izagirre. Así lo reiteró el pasado lunes en la comisión de Hacienda, en contra del criterio de los grupos de la oposición que prefieren optar por la figura de la concesión para que se instale un hotel.
El concejal del PNV Iñaki Gurrutxaga manifestó ayer que “la venta del edificio de la plaza de Lasala sería un error, perjudicial para los intereses del Ayuntamiento”. A su juicio, el Consistorio debería en primer lugar comprar la parte del edificio que no es de titularidad municipal -tal y como se está negociando en la actualidad-, pero después disponer de todo el edificio y no desprenderse de él. “Vender un edificio estratégico que puede generar riqueza y empleo de manera sostenida es pan para hoy y hambre para mañana”, dijo Gurrutxaga, que consideró “curioso” que a Bildu “le hayan entrado estas prisas por venderlo”.
El representante del PNV rechazó la propuesta anunciada por el alcalde de sufragar la recuperación del edificio de la Pescadería, que pretende destinar a usos públicos, con la venta del inmueble municipal. “Bildu enciende nuevos fuegos en la Parte Vieja sin que haya terminado de apagar los anteriores”, afirmó Gurrutxaga, que añadió que “todavía colea la improvisación y la falta de rigor con la que el Gobierno municipal está llevando su plan para la Bretxa cuando nos anuncian que tienen la intención de vender el edificio de Plaza de Lasala”. También criticó que “un gobierno que se dice de izquierdas se apresure a enajenar un patrimonio público como ese al mejor postor”.
Como se recordará, el alcalde anunció que se instalaría en el edificio Pescadería de La Bretxa el futuro ambulatorio para la Parte Vieja y Centro, aunque aún existen negocios en el inmueble, como los cines, que tienen contrato para once años. A pesar de ello, Izagirre cree factible instalar el ambulatorio.