oñati - ¿Qué datos arroja la temporada de verano en los meses ‘fuertes’ de julio y agosto?

-El balance es positivo. Los datos registrados en la Oficina de Turismo no presentan grandes diferencias si los comparamos con el año pasado. La cifra de personas que han visitado la oficina ha descendido algo en el mes de julio, mientras que en agosto ha aumentado, y lo mismo ha sucedido con el número de participantes en el programa de visitas guiadas.

¿De qué cifras estamos hablando?

-Hemos atendido las consultas de 3.552 personas, de las que 1.470 han tomado parte en las 95 visitas guiadas que se han llevado a cabo. Esto en lo que a la Oficina de Turismo se refiere. En el caso de las cuevas de Arrikrutz, el número de visitantes asciende a 3.059; en torno a 500 turistas más han recalado en la gruta con respecto a agosto de 2013, y el número total de visitas guiadas se ha situado en 288. Se han cumplido las expectativas, de hecho mucha gente que ha pasado por la oficina ha disfrutado de las visitas a la universidad y la parroquia, y con ello se ha beneficiado del descuento en la entrada a Arrikrutz.

Y si nos referimos a la procedencia o al perfil del turista...

-A nivel del Estado, los catalanes encabezan la lista de turistas que más nos visitan, seguidos de los valencianos y andaluces. En cuanto a los extranjeros, este año más de la mitad de los viajeros que han recurrido a la oficina han sido franceses, y si no salimos del País Vasco, los guipuzcoanos continúan siendo los que más se pierden por Oñati y sus alrededores. Esta es la tónica general de toda la CAV. En cuanto al perfil es muy variado, este año hemos atendido a muchas familias y también nos llegan jóvenes atraídos por la posibilidad de practicar escalada en Araotz. Por otro lado, de octubre a junio trabajamos con Mundosenior (la UTE que se encarga de los viajes del Imserso).

¿Cómo compite la villa oñatiarra con la oferta de sol y playa?

-La tendencia actual está más diversificada que antes, donde la playa era quizá la primera opción de muchas personas a la hora de disfrutar de sus vacaciones. Estamos viendo que en estos momentos, el viajero que se acerca a nosotros se mueve mucho por la oferta de paseos o senderos, y en este sentido, Oñati tiene mucho para ofrecer.

¿Qué podemos decir que distingue a Oñati?

-La riqueza que tiene en todos los sentidos. Esa mezcla de patrimonio con sus monumentos históricos como la parroquia de San Miguel, la universidad Sancti Spiritus, el monasterio de Bidaurreta, la parte vieja y los palacios, entre otros, a lo que hay que sumar la amplía oferta natural, la gastronomía... Además su ubicación, cerca de la autopista, creo que hace a Oñati un lugar accesible para ser visitado o ser utilizado como punto de partida para el conocimiento de otros lugares de interés.

¿Qué le llama la atención al turista que recala en el municipio?

-Que para ser un pueblo “pequeño” tiene mucho que ofrecer. Además, cuando les informas de que hay un centro de interpretación del chocolate -abrió sus puertas en julio- se les cambia completamente la cara. Desprenden una sonrisa... Los motivos por los que el turista visita Oñati son muy variados. Algunos son remitidos desde otras Oficinas de Turismo cercanas, como pueden ser las de Bergara o Elorrio; otros vienen de paso para dirigirse al monte y descubren el municipio y su riqueza, y hay quienes vienen expresamente a conocer Oñati.

Uno de los desafíos es que el viajero se quede a pernoctar en la localidad y, por ende, en la comarca. ¿Se ha producido algún cambio en este sentido ?

-Por la experiencia de esta temporada, nos ha tocado llamar más a los alojamientos para ver que disponibilidad tenían. Esa es la percepción que tengo, que hemos hecho más consultas en esta línea, a petición de las personas que han visitado la Oficina de Turismo. Eso no quiere decir que las estancias se alarguen más, pero me gustaría que fuera así. Aunque sigue siendo un reto.

Desde julio la empresa Oñatur, a la cual representa, gestiona el paquete turístico oñatiarra que integra la actividad de la propia oficina, el molino de San Miguel y la joya subterránea de Arrikrutz (el Consistorio sacó a concurso la explotación integral de estos recursos). ¿Qué nuevos proyectos tienen entre manos?

-Queremos ir introduciendo cosas nuevas, pero hemos arrancado en la temporada alta, en julio, y el objetivo era sacarla adelante. El personal de la empresa, seis personas, somos conocedores de este trabajo y la idea es que seamos polivalentes, es decir, que podamos estar al frente, igualmente, en las visitas que se gestionan desde la oficina y desde Arrikrutz.

¿Puede adelantarnos algunas iniciativas que han barajado?

-Tenemos toda la información turística disponible en catalán y aprovechando que algunos de los trabajadores de Oñatur hablan esta lengua, tenemos pensado impulsar una especie de pack que englobe la visita a varios rincones de Oñati para que estos turistas pasen todo el día en el municipio. Pero este paquete turístico, con sus correspondientes características, también puede aplicarse a todo el Estado. Nos gustaría, asimismo, organizar una visita guiada a niños o mayores relacionada con la gastronomía y, en este caso aprovechando el museo, con el chocolate. Y, por ejemplo, se ha planteado la posibilidad de poner en marcha visitas temáticas mensuales dirigidas al oñatiarra y vecinos del entorno. En cualquier caso, son iniciativas que se irán trabajando y completarán la oferta actual. Por otro lado, se han ajustado los horarios y, a la vez, mantenido otras actividades como la espeleoaventura o espeleotxiki en Arrikrutz, así como las propias visitas guiadas.

Para acabar, como conocedora de los múltiples encantos oñatiarras, ¿con cuál de ellos se quedaría?

- (Sonríe). Cada sitio tiene su encanto, no sabría con cual quedarme. A la gente le llama la atención el claustro de la universidad. A mi me gusta explicar la anécdota, por decirlo de algún modo, de la rana, el porqué nos llaman txantxikus a los oñatiarras, que es como cerramos siempre las visitas.