La presentación del depósito de retención de aguas de Iztueta se celebró ayer en el mismo tanque, ubicado bajo la plaza Teresa de Calcuta. En él se mostró el proceso de esta obra, así como la del depósito de Marrutxipi, que componen una fuerte apuesta para mejorar el saneamiento de aguas de la ciudad. El tanque de tormentas de Iztueta, cuyas obras comenzaron en febrero del año pasado, ya está en funcionamiento y el 2 de julio se efectuará una visita guiada para todos aquellos donostiarras que se muestren interesados en conocer más de cerca esta "piscina" subterránea.
El depósito de Iztueta posee un volumen de retención de 6.000 metros cúbicos, ocho metros de altura y ha supuesto un coste total de 2,7 millones de euros, mientras que el de Marrutxipi es capaz de almacenar cuatro millones de litros de agua y el importe total de la obra asciende a 2,1 millones. La suma de estos trabajos ha sido financiada en un 80% por el Fondo de Cohesión Europeo.
El objetivo que se marca el Ayuntamiento de Donostia con estas infraestructuras es reducir la carga contaminante de los vertidos que se producen en épocas de lluvia a los cauces públicos. Para lograrlo, almacenarán las aguas pluviales de los primeros minutos de lluvia, que son las que tienen una mayor carga contaminante, debido a que arrastran las materias depositadas en el suelo de la ciudad. Gracias a esta retención, las incorporan más tarde a la red de saneamiento de una forma controlada.
Por lo tanto, la función de estos tanques, cuya construcción ha sido similar a la de la estación de autobuses o a la de los parkings, es doble. Por un lado, contribuyen a evitar inundaciones en el barrio de Gros y, por otra parte, mejoran notablemente la calidad del agua que afecta tanto a la playa de la Zurriola como al río Urumea.
De hecho, se calcula que gracias a los depósitos de Iztueta y de Marrutxipi se pasará de los 40 alivios de agua anuales al río a cinco, lo que supone una disminución importante en cuanto a contaminación.
La concejala de Infraestructuras y Servicios, Nora Galparsoro, subrayó ayer la importancia de este proyecto, que ha supuesto un esfuerzo considerable para el Consistorio donostiarra y que forma parte de una inversión total de nueve millones de euros en el saneamiento de la ciudad. Además, Galparsoro animó a los ciudadanos a visitar esta obra el próximo mes de julio, pues conviene "socializar" este tipo de construcciones que, en muchas ocasiones, pasan desapercibidas por ser subterráneas.
La edil donostiarra insistió en que con este tanque "vamos a mejorar los vertidos que hacemos al Urumea y la consecuencias negativas que estos tienen en la costa y en las playas donostiarras", lo que beneficiará al "buen funcionamiento de la ciudad y a mantener el ecosistema de una manera adecuada", sentenció.