Por cualquier calle de la parte vieja o el ensanche se oía ayer el txistu y el tamboril. Señal inequívoca de que muy cerca rondaba un grupo dantzaris. Y no era difícil encontrarse con uno de ellos al doblar la esquina. No en vano, alrededor de 220 pequeños dantzaris se dieron cita ayer en el Dantzari Txiki Eguna que organiza el grupo Udaberri. Como colofón a este colorido día, además, el ambiente de romería inundó el Tinglado.
Ayer se celebró la octava edición de la Dantzari Txiki Eguna. Este año los invitados fueron el grupo Andra Mari de Galdakao, Gure Txokoa de Bera y Ereintza de Errenteria, que bailaron junto a los dantzaris de Udaberri. En total fueron cerca de 220 participantes, aunque la fiesta en total movilizó entre músicos, voluntarios, padres y coordinadores más de 500 personas.
"Hemos cumplido ya 57 años y en todo este tiempo nuestro principal objetivo ha sido y sigue siendo trabajar en el fomento y difusión de las euskal dantzak y en este sentido el Dantzari txiki Eguna es un fiel reflejo de este empeño", manifestaron los miembros de Udaberri.
De plaza en plaza, animando por el camino las calles y contagiando el ambiente festivo a todos los espectadores transcurrió la mañana. Al mediodía los niños y niñas comieron en las sociedades Urdiña Txiki, Aurrera, Ibaiondo, Iurre, Gure Kaiola, San Esteban, Aizorratz, Gure Txokoa y Lizardi, lo cual agradecen, y mucho, los miembros de Udaberri. La cita que más expectación levantó fue la actuación conjunta que ofrecieron por la tarde todos los participantes en la plaza Nueva.
Y tras la agitada jornada de baile la cita estaba puesta en el Zerkausia, donde integrantes de Udaberri y otros muchos tolosarras se dieron cita en la romería, que año tras año tiene más adeptos.