En los últimos días el puerto de Donostia se ha convertido en un escenario repleto de obreros, grúas, buzos y piedras de todos los tamaños. El Gobierno Vasco ha tenido que intervenir de modo urgente en Mollaberria (el espigón más cercano al Náutico), debido al grave estado de la cimentación del morro de este muelle, así como del dique de enfrente (que acoge los servicios de la Cruz Roja).

Los fuertes oleajes acontecidos durante los pasados temporales se ensañaron sin piedad con el espigón del puerto donostiarra, azotando en mayor medida a la zona media-alta del malecón. En su reconstrucción trabajan a destajo dos grúas, con distintas finalidades.

Una de ellas, la más pequeña, es la utilizada por los obreros para recomponer el pretil, apilando grandes bloques de piedra en los huecos que dejó el temporal. La segunda, de grandes dimensiones, participa en las tareas de limpieza que se están llevando a cabo para dejar los fondos del puerto limpios y evitar así que las embarcaciones que entren por la bocana corran el riesgo de quedar encalladas. Algo que sería "muy probable por la suciedad acumulada en el fondo del puerto", según explicó la directora de Infraestructuras del Departamento de Transportes y Puerto del Gobierno Vasco, Almudena Ruiz de Angulo, quien aseguró que "se están sacando piedras de hasta trece toneladas".

submarinistas En el saneamiento de la zona colabora también un equipo de buzos, que, con la ayuda de un compresor de aire, comprueba el estado de la parte del dique oculta por la marea para retirar posteriormente las piedras sueltas o mal sujetas. Esos restos de la estructura dañada se depositan en un container colocado en el fondo del mar, que se iza después la superficie con la ayuda de una grúa, cuando los submarinistas dan el visto bueno al operario que hace de intermediario entre ellos y los obreros, y que también es el encargado de avisar a los barcos que entran en el puerto de la situación.

Las tareas de limpieza del fondo del puerto donostiarra tienen un coste aproximado de 30.000 euros, a los que habrá que sumarles los 100.000 euros que tendrá que desembolsar el Gobierno Vasco por la reposición de la mampostería y de la cimentación en el morro de los diques verticales de la bocana del puerto. En este precio se incluyen también los gastos generados por la recolocación del pretil, ya en ejecución.

Las obras que se desarrollan en la actualidad en el puerto donostiarra comenzaron el pasado lunes y se alargarán varias semanas. En concreto, la reconstrucción del muelle comenzará la próxima semana, una vez haya repuesto el calado del puerto y se hayan retirado las piedras y restos del malecón, acumulados en el fondo del mar.

nuevo pavimento Por otra parte, este punto de Donostia ha sufrido también en los últimos tiempos otras obras, como las de repavimentación de la zona situada junto a las viviendas del muelle de la Jarana. En total, el Gobierno Vasco ha invertido 625.000 euros con el fin de modernizar el firme de esta calle entre los números 2 y 24 y, de paso, mejorar las infraestructuras subterráneas.

La actuación se ha aprovechado para separar la red de saneamiento de aguas pluviales y fecales así como renovar las tuberías de abastecimiento de agua y mejorar las redes de gas y electricidad. Esta última había agotado su capacidad.

Por otra parte, el edificio que usan los arrantzales conocido como portaviones del muelle acaba de ser pintado, lo que le da un aspecto más limpio al entorno.