arrasate -Se acaba de poner en marcha un sistema de radiofrecuencia. ¿En qué se basa?

--El sistema que teníamos era electromagnético con una función de detectar únicamente la salida de documentos que no habían pasado por el préstamo. La radiofrecuencia es un avance más, a parte de disponer de un dispositivo antirrobo, es más segura y cómoda porque simplifica los pasos a dar al registrar los préstamos y devoluciones. En estos momentos casi todo el fondo de la biblioteca está etiquetado para la radiofrecuencia.

¿Cuántos socios registra la biblioteca, incluida la infantil?

-Tenemos 15.241 socios, de los cuales 2.729 son menores de 16 años y 12.522 adultos e instituciones. Es un número que va en aumento, por ejemplo, en 2006 había unos 10.000 socios.

¿Cómo valoran estas cifras para un municipio del tamaño de Arrasate?

--Cerca del 70% de los habitantes de Arrasate son socios de la biblioteca. Por otro lado, están los usuarios no inscritos, es decir, aquellas personas que aunque utilizan algunos servicios de la biblioteca no tienen carné de socio, ya que no hacen uso de los ordenadores ni del servicio de préstamo. Es una buena cifra, pero siempre hay que pensar en cómo llegar a ese 30% de ciudadanos que todavía no son socios de la biblioteca.

¿De cuántos fondos dispone el servicio? ¿Qué criterios se siguen para adquirir nuevos ejemplares?

--El fondo asciende a 71.789 ejemplares, entre los que se incluyen libros, revistas, DVD...; de ellos 64. 676 se encuentran en Kulturate y los 7.113 restantes, en la biblioteca del barrio de Santa Marina. La adquisición de fondos obedece a criterios de presupuestos, necesidad y calidad en general y, a su vez, atendemos y agradecemos las sugerencias que nos hacen nuestros usuarios. No existe un porcentaje fijo en los incrementos anuales, debido a que el presupuesto de la biblioteca en los últimos años ha descendido significativamente.

¿Han percibido un aumento de visitantes por efecto de la crisis?

--Es difícil cuantificar cuántas de las personas que acuden hoy a las bibliotecas tienen una relación directa con la crisis. El ascenso en el uso de este servicio es una constante desde, por lo menos, los últimos 20 años. Lo que está claro, a mi parecer, es que las bibliotecas como servicio público no tienen el respaldo político que deberían tener dada su importancia social. Muestra de ello es que todavía en nuestra comunidad autónoma no existen estudios universitarios que formen a los profesionales de las bibliotecas. Además, la Ley de Bibliotecas de Euskadi, que data de 2007 y que fue la última de todo el Estado español, se sigue incumpliendo y, como consecuencia, la Biblioteca de Euskadi no es, por ahora, ni siquiera un proyecto en esta legislatura.

¿Qué funciones tiene una bibliotecaria más allá de prestar libros?

-- Son diversas. Somos responsables de un servicio público que ofrece la administración al ciudadano: empezando por la elaboración de los presupuestos, la selección y compra de todo el material que constituye el fondo, su proceso técnico, atención al usuario, realización de actividades culturales y de animación... El préstamo es una pequeña parte de nuestro hacer cotidiano, y el último trabajo de la cadena que conlleva seleccionar, comprar y preparar un documento para que lo utilice el usuario.

Lleva 27 años al frente de la biblioteca municipal (se han cumplido siete años de la inauguración de Kulturate). ¿Cómo ha cambiado su trabajo en este tiempo?

-- Las nuevas tecnologías e Internet han supuesto una revolución en nuestro trabajo. Antes la biblioteca era cuatro paredes y lo que cabía dentro. Ahora trabajamos en red con la mayoría de bibliotecas municipales de la CAV. Esto supone que las paredes han desaparecido y el acceso a los fondos se podría decir que es universal.

¿Qué actividades se organizan para fomentar la lectura y dinamizar las instalaciones de Kulturate?

-- Llevamos a cabo diferentes actividades dirigidas a usuarios de todas las edades: tertulias literarias en euskera y castellano sobre distintos géneros; actividades en torno al día del libro y la biblioteca; guías de lectura; cuentacuentos... Por ejemplo, para este mes hemos organizado el cursillo Azaleko ipuinak dirigido a padres y madres con hijos de cero a tres años, para enseñarles como a través de los masajes, los cuentos y juegos se puede lograr, en un ambiente tranquilo, una verdadera comunicación con los más pequeños. También dentro de las tertulias esta primavera tendremos el ciclo de tres meses dedicado a la literatura y homosexualidad, que coordinará el escritor Juanjo Olasagarre.

¿En qué proyectos trabajan?

- Estamos trabajando para que este año se ponga en marcha el préstamo de libros electrónicos, a través de la plataforma que creará el Gobierno Vasco y que implicará a las bibliotecas municipales que formamos parte de la red. Para otros proyectos más ambiciosos esperaremos a ver si vamos saliendo de la crisis.