EN una pequeña localidad de Goierri, hace unos pocos meses, recibieron una importante llamada telefónica. Provenía de la capital.

-Zerain Dezagun fundazioa, esan?

-Egun on. Llamamos de Donostia 2016. Vamos a construir un barco ballenero y necesitamos vuestra ayuda. Sabemos que en Zerain tenéis una serrería adecuada para este trabajo y nos gustaría que serraseis la madera para nosotros.

-¿De cuánta madera estamos hablando?

-Unos 200 troncos de roble.

-Eso es pan comido. Contad con nosotros.

Los responsables del proyecto estrella de Donostia 2016, la construcción del buque ballenero San Juan, necesitaban una serrería y llamaron a los zeraindarras. Estos enseguida dijeron que sí. Como quien habla de montar el barco pirata de Playmobil. Pues buenos son estos de Zerain... Pueblo pequeño pero matón, como el de Astérix y Obélix.

Son solo 250 vecinos, pero se atreven con todo. El año pasado consiguieron un millón del Ministerio de Fomento para reconstruir el tranvía aéreo de las minas de Aizpea y ahora están preparando las piezas de madera con las que se construirá el ballenero San Juan. Las primeras ya están listas.

Las mostraron ayer, durante el acto que organizaron para dar el pistoletazo de salida oficial a los trabajos. Tomaron parte la directora general de Donostia 2016, Itziar Nogeras, la alcaldesa de Altsasu, Garazi Urrestarazu, el presidente de Zerain Fundazioa, Andoni Alustiza, y el presidente de la factoría marítima vasca Albaola, Xabier Agote. También estuvo presente el responsable del proyecto, Jon Maia.

Nogeras dijo sentirse "muy contenta" de estar en Zerain. Recordó que las personas son las grandes protagonistas de Donostia 2016 y que el barco que ayudarán a construir los zeraindarras va a navegar por toda Europa y va a servir para revitalizar la bahía de Pasaia.

Colaboración

Donostia, Sakana y Zerain

La alcaldesa de Altsasu acudió a la serrería de Zerain en representación de todos los vecinos de la Sakana. No en vano, los pueblos de esta comarca navarra han donado a Donostia 2016 los 200 robles que se utilizarán para construir el ballenero.

Urrestarazu comentó que su comarca lleva tiempo trabajando para salir de la crisis y que recibieron con los brazos abiertos la propuesta de colaboración. "Llevamos varios años reflexionando acerca de la orientación de nuestra actividad socioeconómica y estamos redactando ya un plan estratégico. Cuando los de Albaola nos presentaron su proyecto, nos pareció ideal: nos ofrece la oportunidad de trabajar en equipo y conocer nuestro pasado".

Alustiza, el Astérix de Zerain, también se mostró encantado. "Es magnífico que nos ofrezcan la oportunidad de participar en este proyecto". Recordó que la serrería Zerralan de Zerain es una cooperativa formada por baserritarras de cinco localidades de Goierri: Idiazabal, Mutiloa, Segura, Zegama y Zerain. "Seguro que de esta zona salió mucha madera para la construcción de los balleneros y hoy estamos repitiendo aquello. Eso sí, en aquellos tiempos no hacían fiestas como esta ni tenían serrerías. Todo el trabajo lo hacían en el bosque", dijo en referencia al duro trabajo de los leñadores.

Y demostró ser un magnífico anfitrión. Además de poner la serrería, se ofreció para dar de comer a los marineros que navegarán en el San Juan. "Los balleneros no iban vacíos. Seguro que llevaban queso y sidra de Goierri. En el nuevo San Juan tampoco faltarán".

Sakana espera que este proyecto sirva para impulsar el turismo ecológico en la comarca, Zerain quiere poner en valor el proyecto Zerain Paisaje Cultural y Donostia 2016 conseguirá una embajada móvil que recorrerá las costas de Europa.

El último en tomar la palabra fue Agote, quien habló acerca del trabajo de construcción del buque y de sus características. "Nuestro objetivo es recuperar las técnicas que utilizaban para construir los balleneros, pues fue una industria muy importante".

Sobre el nuevo San Juan, comentó que tendrá 24 metros de largo y 7,5 de ancho. No supo concretar cuántas piezas de madera harán falta para montarlo. "No se suele calcular el total de piezas. Seguramente, un mecánico tampoco sabrá cuántas tiene un motor. Lo que sí puedo decir es que los árboles curvos se utilizarán para construir el esqueleto y los rectos para cubrir el mismo. Vacío pesará unas 200 toneladas y estará capacitado para transportar unos 900 barriles de 220 litros".

Añadió que se trata de un buque muy especial. "Fue el primer buque transoceánico. En todo el mundo no hay otro barco del siglo XVI que se conozca tan bien como este. Esto se debe a que se hundió en aguas frías y en una bahía muy protegida. Lo encontraron los arqueólogos del Gobierno de Canadá, hace 30 años".

Esto va a posibilitar que la réplica sea exactamente igual al original. "Por primera vez, se va a reconstruir un buque del siglo XVI. Vamos a tener que aprender a navegar con él". Cómo es lógico, Agote está entusiasmado. "Estamos hablando de un barco de la época de los primeros viajes a América. En el mundo se han hecho muchas réplicas de la Santa María, pero todas son muy distintas entre sí, pues no tienen una base científica. Se han tenido que basar en imágenes".

Donostia 2016, en cambio, cuenta con el original. Además de con la mejor madera de la Sakana y la ayuda de los goierritarras. El encargado de serrar los 200 troncos será el Obélix de Zerain: el aizkolari Xabier Dorronsoro. Contará con la colaboración de dos carpinteros de la Sakana y los técnicos de Albaola.